Más Información
metropoli@eluniversal.com.mx
Por primera vez en un acto protocolario de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se registraron diversas manifestaciones. Esto, afuera del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde dio su informe por los primeros 100 días de gestión al frente de la Ciudad de México.
Fue un evento sin vallas en el perímetro de la calle Donceles, a diferencia de lo que suele ocurrir en este tipo de eventos. Los primeros inconformes estaban encabezados por Ricardo Bautista, quien exigía justicia por la muerte de su hermano Juan Antonio Bautista, embestido en su vehículo por un Metrobús.
El problema no era con el sistema Metrobús, sino que cree que pudo ser una represalia porque su hermano era policía auxiliar y había acusado supuesta corrupción de parte del director general de la corporación, Lorenzo Gutiérrez Jefe Corzo.
Después de exponer su molestia, llegaron al lugar dos grupos de jóvenes con pancartas en las que se leía: “Policía auxiliar, mandos inmorales y corruptos”.
El hermano de la víctima acusó irregularidades. Según dijo, el jefe de la Policía Auxiliar ordenó que las credenciales de su familiar se ocultaran tras el accidente en Avenida Xola y Heriberto Frías, en Coyoacán.
“Dicen supuestamente que en su gobierno no hay impunidad, quiero hacer la denuncia formal ante el director general de la Policía Auxiliar porque él amenazó de muerte a mi hermano”, dijo Ricardo frente a la procuradora, Ernestina Godoy, quien llegaba al teatro.
“¡Quiero que se haga justicia porque mi hijo era un hombre preparado, no era ignorante, había trabajado en la procuraduría!”, añadió la mamá de Ricardo y Juan Antonio Bautista.
Al ser encarada, Ernestina Godoy respondió al hermano de la víctima con un “lo investigamos. Va a tener usted toda la atención”. Luego, Arturo Medina, subsecretario de Gobierno, platicó con los familiares y se dispersó la protesta.
Después de las 10:30, llegaron profesores del sistema semiescolarizado del Instituto de la Educación Medio Superior (IEMS) que pedían basificación. “Alto a la precarización de los trabajadores. Echemos abajo la criminal reforma laboral y educativa”, exigían en una manta de color rojo.
En la acera opuesta al teatro, un pequeño grupo de la Asamblea General de Trabajadores también lanzaba consignas para acusar despidos injustificados de sus integrantes. También fueron atendidos por personal de gobierno.
Con los gritos de esos contingentes, la jefa de Gobierno llegó al recinto cerca de las 10:35 horas, cuando estaba previsto que fuera a las 10:00 horas.
Saludó y sonrió frente a las cámaras luego de bajar de un vehículo compacto color blanco, acompañada de su equipo de logística que vestía guayaberas color verde y pantalón beige. La mandataria subió las escaleras del teatro mientras los manifestantes gritaron: “Claudia, escucha, el semi está en la lucha”.
La jefa de Gobierno habló casi de inmediato después de arribar al escenario, sólo precedieron los honores a la bandera. Dio un discurso de una hora 20 minutos aproximadamente, en el que reconoció que no está satisfecha con los resultados en seguridad, el tema más preocupante para la ciudadanía, pero sostuvo que van por el camino correcto con su estrategia de más policías en las calles, coordinación mediante los gabinetes de seguridad y acciones para prevenir la delincuencia.
En el teatro se ocuparon casi todos los asientos, y los asistentes aplaudieron varias veces sobre todo cuando la mandataria hacía alusión al combate a la corrupción en áreas como el Cuerpo de Bomberos y el Instituto de Vivienda (Invi), y en torno a las acciones de la administración anterior.
Entre los que ponían atención al discurso estaban en las primeras filas Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, así como el gabinete legal y ampliado de la capital, los alcaldes morenistas, los diputados locales de ese partido coordinados por Ricardo Suárez, y también estaba Teresa Ramos del Partido Verde, entre otros.
Casi no hubo gente de la oposición. El único fue el alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, emanado del PRI. Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobierno, aseguró que se invitó a todas las fuerzas políticas.
