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A un mes de estar a cargo de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, antes llamada de Protección Civil, su titular, Myriam Urzúa Venegas, considera que esta dependencia capitalina era una de las más pequeñas y poco visibles, en la que se privilegiaba la atención a los desastres antes que la prevención.

Urzúa Venegas explica que aunque su planta laboral es reducida —350 empleados— y hubo despidos de trabajadores bajo el esquema de honorarios con el nuevo gobierno, el compromiso es proteger a los ciudadanos.

“Era una secretaría pequeña (…) podemos decir que hemos estado evaluando uno por uno a los trabajadores. La mayoría está haciendo un trabajo interesante e importante, pero desgraciadamente, con los recortes nuestra secretaría rebajó al personal de honorarios de manera sustancial, 59 personas tuvieron que salir. Esto implica un mayor esfuerzo por sacar adelante las funciones de la secretaría y el trabajo que tenemos hacia adelante”, dice en entrevista.

Ahora, con el equipo de trabajo de la secretaría se han reestructurado distintas direcciones dentro de la dependencia para reforzar el tema de la prevención de desastres: “Este año tenemos que hacer un cambio interno dentro de la secretaría, estamos haciendo una reingeniería total. Esto quiere decir que estamos agregando algunas áreas para fortalecer el tema de la prevención, que son la Dirección General de Análisis de Riesgos, la de Resiliencia y, por supuesto, una dirección general, que va a dar información y apoyo a todos, que es la Dirección General de Capacitación, Vinculación y Difusión. Independientemente de eso, tenemos también una dirección general táctico-operativa que se dedica a los temas de emergencias mayores de la Ciudad”.

En los primeros 30 días de esta nueva administración en la dependencia, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil comenzó con una estrategia que consta en publicar guías de uso sobre distintas temáticas, a través de las redes sociales. Por ejemplo, en la temporada decembrina la dependencia divulgó un documento para que la ciudadanía se protegiera del frío, pero también tiene uno sobre el uso del Gas LP, puesto que hay gran número de incidentes e incendios por este flamable, y recientemente —ante el desabasto de combustible— sobre la peligrosidad de conservar gasolina en garrafones.

“Yo creo que lo que estamos haciendo es visibilizarnos y eso es lo que yo he conversado con los compañeros que trabajan, que la gente sepa lo que estamos haciendo, no sólo que se digan las cosas malas que pasaron en el pasado, sino que empecemos las cosas buenas que estamos haciendo ahora.

“Nos encontramos en una labor de difusión profunda, permanente, diaria. Estamos no sólo viendo el tema de las guías, sino que también vamos avanzando en el Atlas de Riesgo Dinámico, ya tenemos los dos primeros módulos”, comenta Urzúa Venegas.

Por otro lado, cerca de 150 trabajadores de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil recorren las calles como parte del programa de cuadrantes que implementó la gestión de Claudia Sheinbaum.

“A nivel de la Ciudad de México vamos a trabajar de manera cercana con Jesús Orta Martínez [secretario de Seguridad Ciudadana] para los 847 cuadrantes que se están reactivando, en donde habrá una actividad de prevención y participación ciudadana; a partir de ahí, nosotros tenemos un programa de capacitación por cuadrantes, en donde vamos a trabajar muy cerca con la población de las colonias, para ir preparándolas por gama de emergencia, cómo actuar, un atlas de riesgo participativo para apoyarnos en la identificación de cualquier tipo de riesgo en la Ciudad, en su territorio, en su colonia”, explica la funcionaria.

Lo que urge para continuar con la labor de prevención de riesgos, dice Urzúa, es un plan en caso de sismos que aún no tiene fecha de publicación: “Nuestra tarea es tener listo un plan de riesgo para que cuando tengamos un sismo no haya colapsos, no tengamos fallecidos o veamos pérdidas. Nuestra tarea es sumar (...) Estamos contra el tiempo, porque los sismos no nos ponen fecha, puede temblar hoy, en una hora o en 30 años, entonces esta es una labor que no sólo nos preparará para los sismos”.

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