Toluca, Méx.— Durante su cuarto y último informe de actividades, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de México, Alfredo Barrera Baca, reconoció que 2020 fue inédito, pues no sólo debieron enfrentar los retos por la pandemia por Covid-19, sino se suscitaron eventos sociales, como la toma de siete facultades en repudio a la violencia contra las mujeres dentro de los espacios académicos.

“El inicio de este rectorado ofrecía la expectativa de toda aventura, pero en el silencio de muchos de nosotros prevalecía el anhelo por un horizonte más amplio, claro y luminoso. Tan sólo intentarlo colmaría nuestro corazón”, dijo

Indicó que la resistencia civil inició por el feminicidio de una profesora en las instalaciones universitarias, que desató la indignación de las alumnas quienes colocaron tendederos con denuncias señalando a alumnos, docentes y administrativos.

A ello le sucedió la toma de siete facultades, muchas de ellas liberadas a través del diálogo, días después se presentó la pandemia y las autoridades universitarias negociaron con las alumnas para atender 27 pliegos petitorios con 843 demandas, siendo la exigencia más frecuente atender los casos de hostigamiento sexual.

Para estas peticiones se destinaron 100 millones de pesos en soluciones materiales y 624 demandas fueron atendidas, es decir, 74%.

Las denuncias de los tendederos resultaron en mil 413 denuncias, ocho de cada 10 por violencia sexual, destaca el acoso sexual de profesores a estudiantes, la falta de apoyo institucional y otros actos de violencia contra mujeres.

De las denuncias, 209 fueron formalizadas mediante asesoría jurídica, de las cuales fueron atendidas 43% y resultaron 30 dictámenes, con 12 destituciones.

Subrayó que con la pandemia continuaron laborando y “las clases continuaron y la comunidad emigró a las plataformas digitales”.

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