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Los padres de la doctora Jessica Sevilla Pedraza, cuyo cuerpo fue encontrado el 5 de agosto pasado en un paraje de Huixquilucan, solicitaron la ayuda de los vecinos para que puedan aportar algún dato que ayude al esclarecimiento del feminicidio, pues han pasado seis meses del crimen y aún no hay detenidos.

En conferencia de prensa, la madre y el padre de la víctima de 29 años de edad, quien dejó en la orfandad a un niño de ahora dos años, explicaron que las dos líneas de investigación que sigue la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), que están relacionadas con sus dos ex parejas sentimentales, están agotadas, por lo que ahora recurren a la sociedad civil para que los ayude a encontrar a los asesinos de su hija.

“A casi seis meses del asesinato de mi hija no hay una línea de investigación sólida, me consta que la fiscalía está trabajando, pero a mí ya se me hace demasiado tiempo.

“No es fácil superar la muerte de mi hija y mucho menos con tanta saña. Ella fue asesinada entre el 4 y 5 de agosto, se la llevaron de Xonacatlán, en el paraje que está en San Antonio y posteriormente a la encontraron asesinada con extrema violencia; su acompañante, José Javier Rosales salió ileso con un balazo en la pierna y hasta ahorita no me da respuesta la fiscalía, dicen que tengo que esperar, están trabajando”, comentó Juana Pedraza, madre de Jessica.

La doctora Jessica fue vista con vida por última vez la tarde del 4 de agosto cuando estaba en su automóvil Mazda color rojo, en la gasolinera del paraje Xonacatlán, en la carretera Naucalpan-Toluca, acompañada de José Javier Rosales.

Mientras estaba en ese lugar, según la declaración de José Javier, dos tipos armados se acercaron al carro y se los llevaron. A él le dispararon y lo dejaron en un sitio apartado.

El cadáver de la profesionista fue encontrado sin vida el 5 de agosto en el paraje El Hielo, en el municipio de Huixquilucan. El cuerpo presentaba huellas de violencia extrema. La cabeza que fue separada del tórax, al parecer, por la fauna del lugar, tenía un disparo de arma de fuego.

“A mi hija le quitaron el corazón, un pulmón, al parecer le quemaron la cara con ácido y el proyectil que le dieron en la cabeza, estaba muy golpeada, fue saña extrema la que usaron con una niña de 1.53 metros de estatura, de 29 años, delgadita, qué podría contra, yo le calculo, cuatro personas con ese tamaño?”, contó.

Las líneas de investigación que trazó la fiscalía con José Javier y su anterior pareja no aportaron datos para esclarecer el feminicidio, ahora piden a los vecinos de Xonacatlán, Huixquilucan u Otzolotepec, donde residía Jessica, aportar cualquier información para encontrar a los responsables.

Pusieron a disposición el teléfono 73123398 extensión 1006 de la Fundación Delos, que apoya a la familia.

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