Ecatepec, Méx.- Rebeca Monserrat, la estudiante de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de 23 años de edad, que salió proyectada por el parabrisas de la unidad que se impactó el lunes pasado contra otro camión que estaba estacionado sobre el acotamiento de la autopista México-Pachuca, fue dada de alta, después de que no tuvo heridas graves.

La universitaria fue internada en la Clínica 76 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) después del percance que ocasionó la muerte de 13 usuarios y heridas a 29 más y la noche del martes salió por su propio pie.

Este miércoles acudió a su clínica familiar localizada en San Cristobal Ecatepec para una revisión médica y atribuyó “a la suerte y a la vida” que no haya tenido graves lesiones por la colisión en la que participaron tres unidades del transporte público.

“Estoy bien, por lo que parece, nada más fueron algunos golpes, no me fracturé ni nada, pero sí hubo muchas personas lesionadas en el accidente”, contó.

La universitaria, regresaba a su casa localizada en la colonia Tierra Blanca, en Ecatepec, después de laborar en el Universum Museo de las Ciencias y abordó la unidad de la línea Transportes Ecatepec en el paradero del Metro Indios Verdes, el conductor le ofreció un banquito para se sentara a su lado, pues el vehículo iba con con cupo lleno.

Acciones del chofer provocan accidente

“Las malas acciones que tomó el chofer, llegué a notar que venía como en mal estado, podría ser de ebriedad, venía como con los chalanes, venía platicando, venía sacando el teléfono, entonces muchas de esas cosas provocaron el accidente”, dijo.

Rebeca Monserrat recordó que aun cuando la unidad iba con el cupo lleno, el chofer subió a más pasajeros sobre la autopista México-Pachuca , no obstante que está prohibido hacerlo.

“Venía a mucho exceso de velocidad, entonces justo vi el momento en el que iba a rebasar a un carro, entonces yo no sé que le pasó si él perdió la noción o no se dio cuenta que estaba en frente el otro camión y prácticamente así fue como chocamos”, narró.

Como iba hasta adelante salió proyectada por el parabrisas de la unidad concesionada, pero otros usuarios también. Cuando cayó al pavimento se hizo a un lado y de su morral que nunca perdió sacó su teléfono celular y le habló a su padre para contarle lo que ocurrió.

Cerca de ella, había un niño llorando al que abrazó y protegió mientras alguien los auxiliaba.

Los conductores de vehículos particulares y del transporte de carga, así como de pasajeros ayudaron a los usuarios heridos. Algunos de los que perdieron la vida quedaron prensados en el automotor en el que viajaba Rebeca Monserrat.

Unos días estará en reposo y después regresará a sus actividades normales, en el Universum Museo de las Ciencias y a la conclusión de su tesis.

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