Tras la reapertura de comercios no esenciales del Centro Histórico, como tiendas de ropa, librerías y artículos de manualidades, las aglomeraciones de personas se hicieron presentes fuera de los establecimientos, ya que algunos desconocían las nuevas medidas sanitarias para evitar contagios por el coronavirus.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en calles del primer cuadro del Zócalo capitalino se pudo observar que los comercios sacaron su mobiliario a la banqueta para exhibir zapatos, perfumes, libros y artículos de belleza a fin de atender al aire libre y que las personas no ingresen a los establecimientos, tras permanecer cerrados desde el 18 de diciembre de 2020 por la declaratoria del semáforo rojo.

“Mejor vender al aire libre que estar cerrados más meses (...) Tenemos todas las medidas sanitarias, desde la toma de temperatura hasta caretas y gel antibacterial, pero aún la gente quiere ingresar a la tienda, quieren ver y tocar los artículos. Nosotros les enseñamos la mercancía por catálogos pero no se la pueden probar”, dijo Felipe, empleado de una zapatería ubicada en la calle 16 de Septiembre.

Pese que cada establecimiento tiene cintas de advertencia para que no ingresen los clientes debido al protocolo sanitario, éstos los ignoraban y trataban de llegar a artículos de su elección, pero eran detenidos por el personal de las tiendas.

“Hay mucha gente que se molesta porque quiere sentir las telas, ver los botones o artículos para sus manualidades. Simplemente, aún no se acostumbran a estas medidas, por eso se hacen las filas, debido a que debemos atenderlos uno por uno”, dijo Ana Lucía, empleada de un local de telas y manualidades de la calle José María Pino Suárez.

Agregó que el martes y este miércoles tuvieron problemas con diversos clientes que querían ver los productos, por lo que tienen que sacar toda la mercancía para que se vayan satisfechos.

Cabe mencionar que había algunas tiendas que al tener poco personal atendían en el mostrador pero sólo para recoger mercancía, por lo que permanecían al menos cinco minutos sólo para pagar en librerías y papelerías.

Miriam, una clienta, explicó que, pese ser un poco “incómodo” la compra de artículos debido a que se encuentran en la vía pública, le pareció que la estrategia de abrir los comercios no esenciales permitirá que la económica tenga un impacto favorable ante la emergencia sanitaria.

“Hay poca afluencia de personas en el Centro Histórico y en realidad se están cumpliendo todas las medidas sanitarias para la venta de productos. Considero que también es llamativo porque exhiben la ropa y no tenemos que pasar a la tienda, vas caminando y si ves algo te lo llevas”, dijo.

Ante el voceo de ofertas y artículos de liquidación, Lucía Granados, una transeúnte, dijo que había bastante gente y que en diversos comercios como panaderías y zapaterías había aglomeración y que incluso había personas que aún no hacen uso correcto del cubrebocas o que de plano no lo usan.

Se pudo observar a un pequeño grupo de ambulantes toreando a las autoridades en la avenida Pino Suárez, los cuales vendían artículos para celulares, libretas y artesanías, sin embargo, no ocuparon la vía pública para vender sus productos.

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