Salto de Fe

, proyecto bajacaliforniano donde se produce vino al que se le habla y se le canta bonito, estrenó su añada 2015 en el roof garden de Salicornia Placeres de Ensenada, donde amantes del vino, amigos del proyecto y periodistas pudieron degustar las nuevas etiquetas de la bodega de limitada producción.

“Ya llevamos cuatro años con el proyecto y lo iniciamos porque me encanta el vino, me encanta Ensenada y, además, quería hacer algo que me llevara a la parte de la tierra y calmarme. Ya me empezaba a llamar mucho la naturaleza porque vivir en el mundo editorial es muy estresante,” confiesa Fabiola de la Fuente, socia fundadora de Salto de Fe y ex-editora del mundo gastronómico.

“Cambié los aires por la tierra. De dedicarme a viajar y a volar por todo el mundo decidí sentar raíces. El vino es eso, echar raíces y tener mucha paciencia,” asegura la apasionada del vino y del Valle de Guadalupe.

Con inspiración en los controvertidos estudios del japonés Masaru Emoto , quien investigó la influencia positiva y negativa de la música y las palabras en agua y alimentos, Salto de Fe va más allá de la expresión de un terroir y produce etiquetas con un ensamble de uvas provenientes de diferentes regiones vitícolas de Baja California , cada una con un método de crianza muy particular: Grapho , etiqueta en la cual palabras de amor, gratitud y energía positiva son escritas sobre toda la barrica con gis blanco en diferentes idiomas; y Tono 8, un vino que recibe ocho horas de música diaria, para aportar belleza y armonía, con audífonos en cada barrica.

Ambas etiquetas son un mismo ensamble de Cabernet Sauvignon, Barbera y Nebbiolo; y ambas tienen 10 meses en barrica de roble francés y 10 meses en botella.

Estas etiquetas se entienden como dos hermanos gemelos, separados y criados por diferentes padres.

Desde el primer mes, los análisis químicos y organolépticos confirmaron las diferencias de los dos métodos de crianza de los vinos, en donde cada uno muestra una personalidad propia y única.

Para la presentación de las añadas más recientes, los chefs Ana María Arroyo, Aquiles Chávez, Gerardo Vázquez, Lula Martín del Campo, Sergio Camacho, Javier García y Oswaldo Espinoza prepararon un festín inspirado en la culinaria ensenadense, que acompañó de maravilla a los vinos de Salto de Fe, producidos en la misma tierra.

“Ahora me doy cuenta que lo fácil que es hacer vino; lo difícil es venderlo, colocarlo. Es todo un mundo aparte y un arte bien distinto. Hay un sistema de distribución bien complejo. Esa ha sido una de las dificultades que he vivido en este proyecto,” asegura Fabiola.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses