Después de preparar la comida, otro ritual importante en la cocina es lavar los trastes. Aunque hay muchas maneras de limpiarlos y cada persona tiene sus propios trucos, ¿sabías que existe un orden que puede hacer esta tarea más eficiente?
Menú te explica cómo lavar tus utensilios para mantener la higiene y la inocuidad en dicha área del hogar.
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"Mantener la limpieza" es una de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para garantizar la seguridad alimentaria. Por ello, lavar adecuadamente los utensilios de la cocina es esencial para preservar la salud.
La OMS pide tener especial cuidado con los trastes que entran en contacto directo con los alimentos, especialmente aquellos que se usan para comer, beber y cocinar. En ese sentido, las actividades de limpieza y desinfección deben ser indispensables en todas las cocinas.
Aunque el método de lavado de trastes puede variar en cada hogar, el verdadero reto es minimizar la contaminación cruzada (la transferencia no deseada de microorganismos).
Antes de comenzar a lavar, el Instituto Americano de Limpieza (ACI) recomienda leer las instrucciones de los productos de limpieza y conocer las características de los utensilios para saber cómo emplearlos. Por ejemplo, algunas charolas para hornear no deben sumergirse en agua.
Asimismo, es importante raspar los restos de comida antes de lavar los trastes. Recuerda que, en el caso del aceite, no puede desecharse por las tuberías ya que incrementa la contaminación del agua.
Otra recomendación útil del ACI es poner detergente o bicarbonato de sodio con agua caliente en el fregadero y remojar los utensilios entre 15 y 30 minutos antes de escurrir.
Y también puedes aplicar el método del doble lavado, respaldado por un estudio de la Universidad de Michigan. Consiste en utilizar 2 tarjas (espacios separados del fregadero) para colocar en uno agua caliente para lavar y en otro agua fría para enjuagar.
Aunque no existe una norma universal sobre el orden de lavado, tanto la OMS como el ACI coinciden en la importancia de lavar primero los utensilios menos sucios y delicados:
Finalmente, el secado se puede hacer al aire libre o con una toalla. Si optas por esta última opción, apóyate de un trapo seco y de algodón para absorber el exceso de agua.
Y después de los trastes, lava el área del fregadero, lo que ayudará a prevenir la acumulación de gérmenes y a mantener la higiene general de la cocina.
Sigue estas recomendaciones adicionales para realizar el lavado de los trastes de forma óptima y asegurar la inocuidad:
Mantener la higiene en la cocina no solo es una cuestión de orden, también de salud. ¿Ya conocías estos hacks?
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