Vista del Antiguo Palacio del Ayuntamiento y la avenida 20 de Noviembre desde el Zócalo capitalino a finales de los años cuarenta. La transformación de este emblemático inmueble estuvo a cargo del arquitecto Manuel Gorozpe. Crédito: Col. Villasana-Torres
En la capital aún contamos con varios ejemplos muy notables de esta corriente, y haremos un recorrido por algunos de ellos
Una imagen de inicios de los años ochenta del Edificio Gaona a la altura del Reloj Chino en Bucareli. Este conjunto habitacional fue construido en 1922 por el arquitecto Ángel Torres Torija, y es uno de los primeros inmuebles de estilo neocolonial en la capital. La fachada está decorada con mosaicos que retratan a varios gobernantes de la Nueva España. Col. Villasana-Torres
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El Hotel Ontario, uno de los primeros en transformar su azotea en un llamativo jardín como atracción turística, imagen de 1947. Este edificio se mantiene en pie, ahora como Hampton Inn & Suites, en la esquina de República de Uruguay y 5 de Febrero, en el Centro Histórico. La remodelación del antiguo edificio colonial fue realizada en 1923 por el arquitecto Luis Robles Gil. Col. Villasana-Torres
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Inmueble neocolonial de Petróleos Mexicanos, ubicado en la avenida Juárez entre las calles de Iturbide y Humboldt, demolido a inicios de los años sesenta para construir el edificio de la Conasupo, dicha construcción perdió algunos pisos tras los sismos de 1985, hasta hace poco ahí se encontraban las oficinas de la Contraloría y Recursos Materiales del GDF. Col. Villasana-Torres
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El Hotel Virreyes, situado en la esquina de José María Izazaga y San Juan de Letrán, hoy Eje Central, hacia 1960. Este inmueble de estilo neocolonial fue construido en 1947 y continúa en funcionamiento hasta la actualidad. Imagen: Col. Villasana-Torres
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La primera obra de estilo neocolonial fue la ampliación del Antiguo Colegio de San Ildefonso hacia la calle de Montealegre, ahora llamada Justo Sierra; esta fachada fue construida en 1906, imitando la forma y los elementos de la original, que data del siglo XVIII y se ubica del lado de San Ildefonso. El proyecto estuvo a cargo de Samuel Chávez e incluyó el Anfiteatro Simón Bolívar, diseñado con características similares y decorado, unos años después, con el mural La creación, de Diego Rivera. Crédito: Col. Villasana-Torres
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Una toma del Hotel Majestic desde el zócalo capitalino, a inicios de los años cincuenta. Este inmueble fue transformado por el arquitecto Rafael Goyeneche al aspecto neocolonial que le caracteriza hasta la actualidad. La vista es hacia la calle de Madero. Crédito: Villasana – Torres
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Una imagen de los años setenta en la que se aprecia uno de los muros del Centro Escolar Benito Juárez, creado por Carlos Obregón Santacilia en los años 20, e intervenido por el pintor Roberto Montenegro, donde se filmó una escena de la cinta Las abandonadas, de 1945. La escuela se conserva hasta la actualidad en la colonia Roma. Col. Villasana-Torres
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El edificio de departamentos Altamira, en la esquina de Balderas e Independencia, hacia la década de los cincuenta. Este inmueble fue planeado por los ingenieros Vicente Almada y José Rocha, y se conserva con pocos cambios hasta la actualidad. Crédito: Villasana-Torres
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Los alrededores de la Capilla de la Concepción Tlaxcoaque a mediados de los años setenta. A espaldas de la capilla se aprecia el edificio Jeanne D'Arc o Juana de Arco. Este inmueble de estilo neocolonial fue construido en 1948 por el arquitecto Vicente Urquiaga. Crédito: Col. Francisco Montellano