Baja California Sur.— Como cada año, la península de Baja California recibe grupos de ballenas jorobadas, algunas de ellas para dar a luz a sus crías y otras más para aparearse en aguas mexicanas.
Luego de realizar un recorrido de miles de kilómetros desde las costas de Alaska, estos mamíferos de aproximadamente 15 a 19 metros de largo y 40 toneladas pasan los meses de diciembre, enero y febrero en el archipiélago de Revillagigedo, Bahía de Banderas y la costa occidental de la península de Baja California Sur que, hasta hace unos años, había tenido un descenso en el avistamiento de ballenas debido a diversos factores, como la caza indiscriminada, el turismo y la contaminación.
Pese a la presencia de las crías, los mamíferos adultos permiten la cercanía humana al dejar observar el ritual de cortejo, así como el nacimiento de sus ballenatos, que tan pronto aprenden se comunican mediante el canto.
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Para ser testigo de la migración que año con año realizan las ballenas jorobadas a México, existen algunas empresas que realizan recorridos guiados que se encuentran cerca del Arco de Cabo San Lucas, formación rocosa que separa el golfo de California del Océano Pacífico.
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