En menos de dos años, los diputados locales han hecho, bajo el auspicio de su cargo, negocio con moches, viajes al extranjero de “misiones” que terminan siendo paseos turísticos, y el recinto legislativo lo han usado como pista de baile y ring donde se insultan entre sí y desafían a ciudadanos; pero en productividad sus números son muy bajos, de acuerdo con organizaciones ciudadanas.

“Han convertido al Congreso del estado de San Luis Potosí en un ‘circo’”, coinciden líderes del Frente Ciudadano Anticorrupción, que nació en junio pasado con 20 organizaciones ciudadanas de profesionistas y empresariales en contra de los excesos de los legisladores.

El Congreso local lo integran 27 diputados de nueve fuerzas políticas: PRI, PAN, PRD, PVEM, Morena, Panal, PT, Movimiento Ciudadano y Conciencia Popular. Sólo seis de ellos han cumplido con su obligación de presentar el 3de3, de acuerdo con la evaluación trimestral que realiza la organización civil Congreso Calificado, desde septiembre de 2015.

José Guadalupe González, líder de Ciudadanos Observando, considera que la opacidad, los excesivos sueldos, beneficios económicos, contratación de personal, la corrupción y los escándalos de diputados, que la agrupación ha documentado en sus portales, es una muestra de la descomposición política.

“Hablo de corrupción, de poca transparencia, de escuchar poco a la ciudadanía, de reaccionar contra la ciudadanía, esa es la tendencia. Pero éste [Congreso] ya perdió toda seriedad, de lo malo que ya evidencié, ahora vienen las payasadas y que lo han convertido en una pista de circo; yo creo que eso todavía la deja como la peor Legislatura.

“Cuando se va a tocar un tema trascendente suben ‘los bufones’ a tribuna a hacer sus payasadas y logran distraer a la opinión pública del tema central, como una estrategia que utilizan para desviar la atención”, señala el activista social.

Algunos escándalos

El pasado 12 de junio, la aparición de un video que vincula a los diputados Óscar Bautista Villegas (PRI), Enrique Flores Flores (ex del PAN), J. Guadalupe Torres Sánchez (PRD) y Manuel Barrera Guillén (PVEM) evidenció la extorsión a alcaldes para limpiar sus cuentas públicas; los primeros tres legisladores presentaron licencia en medio de protestas de cientos de ciudadanos que adentro y en el exterior del Congreso les gritaban: “¡Fuera!”.

Ahora, las puertas de los dos recintos del Congreso local están cerradas. El edificio ubicado en la plaza principal ha sido protegido con vallas metálicas para controlar el acceso de ciudadanos; en el inmueble ubicado en Vallejo número 200 (sede alterna) una persona controla el acceso. “Los diputados están de vacaciones, no se permite el acceso”, dice.

Otros legisladores que han protagonizado escándalos dentro y fuera del Congreso son el perredista Sergio Enrique Desfassiux Cabello, el priísta José Luis Romero Calzada y Jorge Luis Díaz Salinas, del blanquiazul.

El 22 de junio de 2016, el diputado Romero Calzada se puso a bailar con una mujer a ritmo de cumbia en el salón del Pleno, y con integrantes del Movimiento Juvenil Popular que realizaban una protesta en contra de un mando policial.

“Este tipo de personajes que se creen muy chistositos y que empiezan a bailar dentro del Congreso y que empiezan a gritar y empiezan a retar han contribuido a incrementar el desprestigio del Congreso”, comentó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), Alejandro Pérez Rodríguez.

Destacó que ese “mismo diputado bailador” recientemente en una sesión empezó a retar a la gente que se manifestaba en el Congreso, “a decirles que de uno por uno él se los... o sea, los empezó a retar y creo que ese tipo de situaciones no puede ser; es triste y lamentable”, asegura el dirigente.

Esta Legislatura destaca por ser “la más gris de la historia del Congreso en todos aspectos”, con mucha corrupción de por medio, un video destapó el contubernio entre la Auditoría Superior del Estado (ASE) y el Congreso para lavar cuentas de los municipios.

“Lamentablemente unos seis o siete diputados que están haciendo sus pillerías están acabando con la credibilidad y han llevado al Congreso a tener la peor etapa de la historia de San Luis Potosí”, resalta el dirigente del comercio organizado.

El Frente Ciudadano Anticorrupción entregó un pliego que fue leído en el Congreso en el que se pedía la licencia de los cuatro diputados implicados en la “ecuación corrupta”, de cobro de moches, y logró que tres dejaran su curul. También se retiró el titular de la ASE, Jesús Martínez.

Otro caso es el de el perredista Sergio Enrique Desfassiux Cabello, quien tiene en su historial varios hechos escandalosos: desde la tribuna del Congreso local llamó “maricones” a un grupo de taxistas que protestaba en su contra; también en el recinto legislativo le dijo “cabrón” al diputado priísta Óscar Bautista; después, fuera del recinto legislativo, insultó a un empleado en un estacionamiento y amenazó a policías municipales en un filtro del operativo Alcoholímetro.

También los panistas José Luis Romero Calzada y Jorge Luis Díaz Salinas se fueron de vacaciones a Canadá y Alaska con sus esposas, con el argumento de que iban a una misión para abordar temas de migrantes, pero fueron desmentidos por el presidente de la Mesa Directiva. Romero Calzada apareció en las redes sociales en una fotografía con pantalón corto, sin playera y posando como chango en un crucero por Alaska.

El mayo de 2016 Óscar Bautista Alvarado, hijo del diputado local priísta Óscar Bautista Villegas, fue exhibido en un video que corrió por las redes sociales encendiendo un cigarro con un billete de 500 pesos, con dos jóvenes más que también quemaban dinero.

Legislatura onerosa

En una medición de los presupuestos de los Congresos locales realizada por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) tomando en cuenta la población, el tipo de estado y el número de diputados que tienen, el de San Luis Potosí es uno de los más caros.

En la página web del IMCO se publica que el Congreso potosino dispone de 293 millones de pesos en 2017. La medición refleja que el presupuesto por diputado es de 10 millones 854 mil 372.22 pesos y que cada uno representa a 103 mil 771.83 habitantes.

El líder de la Barra de Abogados del estado, José Mario de la Garza Marroquín, consideró que el Congreso, como está estructurado, no está funcionando y como está planteado no reditúa a los ciudadanos y no es un Poder que nos esté generando un contrapeso para poder avanzar en los temas de la agenda ciudadana.

La reflexión de fondo sería que se tiene que replantear la forma en la que los diputados desarrollan su trabajo, habría que pensar en la revocación del mandato y que no tengamos los ciudadanos que esperarnos tres años para que podamos cambiar.

Habría que reflexionar qué mecanismo tenemos que introducir en la ley para corregir el rumbo de los Congresos y no estar expectantes como estamos, dice De la Garza Marroquín.

Exhibe medición poco interés

Ninguno de los 27 diputados ha logrado pasar ni siquiera “de panzazo” en las evaluaciones trimestrales que realiza Congreso Calificado, que ha seguido de cerca el trabajo legislativo de cada uno en la promoción de iniciativas, intervenciones en tribuna y transparencia.

El presidente de Ciudadanos Observando, José Guadalupe González, refiere que varios Congresos traen más ganas de trascender y los de aquí se quieren esperar hasta que haya una irritación social para reaccionar.

Hasta agosto pasado, en esta Legislatura habían acumulado más de 800 iniciativas presentadas y 312 leyes congeladas. Cada propuesta costó 939 mil 320 pesos, según estimaciones del Congreso Calificado con base en el presupuesto público.

“Ese es un reflejo de que no hay trabajo en las comisiones, no hay un trabajo de proponer acuerdos que puedan irse consensando con los demás; entonces, tienes muchas iniciativas, muchas ocurrencias que te están generando asesores que se pagan con recursos de los impuestos.

“Eso te habla que es una aberración el manejar un Congreso así; habla de la poca dirección, poca brújula, poca orientación que tiene”, comenta José Mario de la Garza Marroquín, presidente de la Barra de Abogados de San Luis Potosí, y líder de la Asociación Civil Congreso Calificado.

Desde antes que arrancara la Legislatura (2015-2018) inició el proyecto denominado “Congreso Calificado” para evaluar de forma sistemática el trabajo de los congresistas potosinos y a ellos se les dio a conocer la metodología.

Durante este ejercicio siempre las calificaciones que han obtenido —en una escala del 1 al 10—, han sido reprobatorias y no ha logrado en ninguno de los cortes trimestrales, ninguno de los diputados, pasar con una calificación aprobatoria.

“Las evaluaciones están muy enfocadas a su trabajo, en cuanto a las iniciativas que presentan, los puntos de acuerdo, sus asistencias, las iniciativas que se caducan porque no se logran aprobar y la presentación de su 3de3. Algunos han presentado iniciativas con base en ocurrencias”, dice.

De acuerdo con datos legislativos más recientes, el diputado perredista (ahora con licencia) J. Guadalupe Torres Sánchez obtuvo la calificación más alta, de 4.7; y fue seguido de sus homólogos José Luis Romero Calzada (PRI) y Josefina Salazar Báez (PAN), que alcanzaron un 3.2; en contraparte otros obtuvieron cifras negativas: el panista Jorge Luis Díaz Salinas obtuvo un cero, José Ricardo García Melo (Panal), -0.1; y Gerardo Limón Montelongo (PRI), -0.6. “El mejor, entre comillas ‘mejor’, ¿verdad?, porque el mejor está reprobado, fue Torres Sánchez”.

“Avanzamos con ciertas leyes que supuestamente nos van a dar herramientas para acabar con la corrupción, pero nuestros mismos diputados son los que no las cumplen, simplemente se burlan de ellas o simplemente pueden no cumplirlas, tampoco les pasa nada; entonces, parece que es un comportamiento que no se puede tolerar”.

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