Tapachula.— Los ciudadanos cubanos son objetivo del Instituto Nacional de Migración (INM), que los detiene y los confina en Tapachula, a veces de manera ilegal, y luego los deporta.
De acuerdo con cifras del propio INM, 138 hombres y mujeres que ingresaron de manera irregular a territorio mexicano fueron deportados a Cuba en los últimos días, y decenas más tendrán la misma suerte en los próximos días.
Ciudadanos cubanos que pidieron el anonimato narraron que la semana pasada fueron detenidos por agentes del INM en el punto de revisión migratoria Viva México cuando viajaban a la Ciudad de México en su camino hacia Estados Unidos en espera de su cita para solicitar asilo, que consiguieron con la aplicación CBP One.
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Abundaron que fueron retenidos en la Estación Migratoria Siglo 21 por tres días y posteriormente liberados porque ellos tienen documentos que comprueban que está en proceso de solicitud de refugio ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).
Relataron que fueron testigos del traslado de varios de sus connacionales al Aeropuerto Internacional de Tapachula, donde fueron deportados a su país. En ese vuelo también fueron repatriados los restos de migrantes que fallecieron en el accidente carretero en el municipio de Pijijiapan a principios de este mes.
Se espera que en los próximos días se realice la deportación de otro grupo de migrantes cubanos que aún permanecen en dicha estación migratoria.
Denuncian “juego perverso”
El lunes, las improvisadas instalaciones de la Comar en Los Cerritos fueron abarrotadas por unos 5 mil migrantes de Cuba, Haití y Centroamérica, que se estaban varados en Guatemala desde hace 15 días debido a que ese país se declaró en paro nacional, con bloqueos de carreteras debido al conflicto postelectoral.
Desde el domingo por la noche, los migrantes llegaron a territorio mexicano y durmieron fuera de la sede de la Comar. El lunes empezaron a ser atendidos.
En este contexto, el director de Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mújica Arzate, quien desde hace 20 días inició un recorrido desde el Darién para documentar el flujo migratorio y su problemática, consideró que hay un “juego perverso” entre el crimen organizado, los países expulsores de migrantes y los que integran el corredor migratorio, para sacar dinero a EU.
El activista acusó a todos los países involucrados, entre ellos México, de “crearle el problema a Estados Unidos y después venderle la solución, con una falsa contención”.
Señaló que en este “juego perverso”, y a costillas de la necesidad de los migrantes, que se ven obligados a huir de sus países por diversas cuestiones, se beneficia económicamente tanto el crimen organizado, que les cobra por el tras-lado; los gobiernos de esos siete países, por una falsa contención, y las corporaciones policiacas, sobre todo de Guatemala y México, que extorsionan a los extranjeros.
Agregó que el Cártel de Sinaloa lleva a los migrantes por el Darién, del lado de Colombia, y luego los canaliza a Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México, presuntamente en contubernio con esos países.
Indicó que las masas de migrantes seguirán intentando llegar a Estados Unidos porque la necesidad de huir de sus países es real, pero agregó que no se debe culpar a las víctimas, sino buscar soluciones.
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El defensor de derechos humanos aclaró que la contención de migrantes no es una solución, cuando no están ayudando.
Indicó que Estados Unidos deberá decidir cómo lidiar con las necesidades de los países expulsores de migrantes, ya que no se puede ignorar que la gente está siendo forzada a salir.
“Así que Estados Unidos tiene que decidir: o absorbe toda esta migración o busca una solución para detener realmente el flujo migratorio”, concluyó el activista.