.- A casi siete años del fallecimiento de 23 bebés recién nacidos, a causa de la bacteria Klebsiella que se generó en el área de cuneros del hospital regional número 1 en Culiacán, el Instituto Mexicano del Seguro Social reconoció la negligencia médica y entró en proceso de la reparación del daño causado a las familias de los pequeños.

La secretaria de la Mujer del Estado, María Teresa Guerra Ochoa dio a conocer que la institución inició el proceso de indemnización de los once matrimonios que presentaron las denuncias judiciales respectivas por las muertes de sus hijos recién nacidos.

Puntualizó que a solicitud de las familias que perdieron a sus hijos recién nacidos al surgir un brote de una bacteria en la sección de cuneros, el Seguro Social deberá edificar un memorial para visibilizar que en dicha institución medica se presentó una negligencia en la que murieron 73 bebés, pero en la mayoría de los casos las familias no presentaron denuncias, ni se documentaron.

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En una reunión informativa sobre la resolución del Instituto Mexicano del Seguro Social sobre este tema, se detalló que, desde el mes de julio del 2015, varias familias divulgaron las negligencias médicas y las omisiones en la atención en el Hospital Regional número 1, en Culiacán.

Con las 23 defunciones documentadas de recién nacidos por choques sépticos , se presentaron quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la cual en noviembre del año 2018 emitió una recomendación favorable a las familias denunciantes, lo que derivó un procedimiento para la reparación del daño causado.

Las familias de las víctimas expusieron que van a dar seguimiento a los avances en las reparaciones de los daños, por considerar que ha sido un triunfo que el reconozca que hubo negligencia médica.

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Francisco Cortéz Mora, cuyo hijo recién nacido murió según el acta de defunción que recibió, fechada en el mes de septiembre del 2015, con el folio 15701689, a causa de una infección aguda, encabezó a solo once familias que aprobaron que peritos forenses exhumaran los cuerpos de sus bebés para volverles a practicar estudios, dijo que a sido una lucha muy larga y penosa.

Recordó que en el segundo embarazo de su esposa, Irasema Guadalupe, ésta tuvo un parto prematuro, por lo que su pequeño fue enviado al área de cuneros, pero este a los escasos días, presentó un cuadro de infección muy agudo y falleció.

Conoció que los , en este mismo hospital, en las mismas fechas fueron en ascenso, por lo que, junto con otros padres, en medio de la desgracia, comenzaron a investigar, hasta conocer que se había presentado un brote de una bacteria.

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apr/acmr

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