Guerrero tiene pendiente disminución de violencia: gobernador

La violencia es el problema en Guerrero, dijo Héctor Astudillo Flores en el Congreso del estado, frente a los diputados y cientos de invitados que asistieron a su Segundo Informe de Gobierno.

Ayer por la mañana, Astudillo Flores rindió su informe de labores. Lo hizo acompañado del secretario de Salud, José Narro; el dirigente del PRI nacional, Enrique Ochoa, y los ex gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa Alcocer y René Juárez Cisneros, quien acudió en representación del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

El tema central del informe fue el que más está impactando en las calles: la violencia.

El mandatario pidió establecer un nuevo pacto entre los Poderes del estado para enfrentarla.

“Si nos concentremos en el Guerrero que podríamos llegar a ser, si recuperamos la seguridad y la paz en todas las regiones del estado, con esa visión pensaremos también si el modelo policial que hoy tenemos es funcional, o si es necesario introducir reformas de fondo”, comentó.

Astudillo Flores dijo que el nuevo pacto debe servir para aplicar nuevas estrategias y, que todos apliquen sus recursos de manera más eficiente para combatir la delincuencia.

“Muchos de los problemas que enfrentamos se reducirían drásticamente. Más aun, si lográramos contener a la criminalidad, el potencial económico, turístico, minero y agrícola nos permitiría ofrecer una mejor calidad de vida, muy superior a nuestra gente”, afirmó.

Algunos de los partidos políticos le dijeron que es momento para hacer cambios en su gabinete, en la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado (FGE), ante los pocos resultados que se han alcanzado en el tema.

También pidieron un cambio en la estrategia, “para que ya no se haga lo mismo desde donde se ha hecho siempre”. La diputada local de Morena, María de Jesús Cisneros, le solicitó que se exploren nuevas posibilidades para enfrentar al crimen.

El mandatario explicó que en Guerrero, a diferencia de otros años, ya no hay edificios tomados, carreteras bloqueadas, “como en 2014 y 2015, cuando los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa protestaban, junto con organizaciones sociales, para exigir la presentación con vida de sus hijos”.

El mandatario detalló que encontró un Guerrero dividido y sin posibilidades de tener planes. Ahora, aseguró, el gobierno del estado puede emprender proyectos y programas.