En las últimas dos semanas, ocho menores resultaron con quemaduras de hasta tercer grado por la explosión de fuegos pirotécnicos en Coahuila, Nuevo León y Sinaloa, estado que encabeza la lista negra, con seis niños y tres adultos heridos.

La última víctima fue un menor de seis años en el municipio de Guasave, a quien ayer le estalló un cohete en el rostro.

En esta entidad, debido a los nueve incidentes registrados en menos de 48 horas, personal de Protección Civil arrancó de forma urgente una campaña informativa en los 18 municipios sobre el riesgo que implica permitir que los menores de edad jueguen con artículos de este tipo.

Francisco Vega Meza, titular de Protección Civil del estado, explicó que aunque ciertos artefactos puedan parecer inofensivos, ninguno está exento de provocar tragedias.

Señaló que los nueve accidentes se han presentado en los municipios de Ahome, Guasave y Culiacán, donde niños de entre seis y 10 años han sido víctimas por la explosión de cohetes y heridos con quemaduras en manos, piernas y rostro.

Con la distribución de 21 mil volantes informativos, en los que se describe la fuerza que tienen estos artefactos explosivos, autoridades locales buscan frenar su consumo, sobre todo entre los niños.

Al borde de la muerte

Un niño de 10 años se debate entre la vida y la muerte en Torreón, Coahuila, debido a que le cayó un cohete la noche del 24 de diciembre.

El pequeño, de nombre Rafael, se encuentra internado en el hospital Infantil de Torreón y, de acuerdo con el reporte médico, la gravedad no fue por las quemaduras, sino por la complicación de haber inhalado las sustancias que le provocaron lesiones internas de gravedad.

Durante la Nochebuena, el menor estaba con otros niños en la calle de la colonia Eduardo Guerra, cuando le cayó la pirotecnia.

Aparentemente, los menores de edad no estaban jugando con la pólvora, pero sí se encontraban cerca de donde algunos adolescentes estaban lanzando cohetes.

La inhalación de sustancias le quemó el esófago, así como parte de un pulmón, por lo que los familiares del pequeño solicitaron ayuda para comprar los medicamentos que se necesitan para su recuperación.

El pasado 16 de diciembre, un bebé de un mes de nacido sufrió quemaduras de primer, segundo y tercer grados, cuando le explotó un cohetón que le cayó encima mientras su madre lo amamantaba en el porche de una vivienda en el municipio de Juárez, Nuevo León.

El accidente se registró cuando Xiomara, de 20 años, alimentaba a su pequeño hijo Jair sentada en una mecedora. De pronto, un cohetón encendido cayó sobre el niño y al explotar avanzó entre su ropa, lo que le causó quemaduras graves en el pecho y el cuello.

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