Michoacán.- Juanita Bravo Lázaro , una de las maestras de la cocina tradicional mexicana en Michoacán, anunció que hará una transmisión en vivo por Facebook, dirigida a todas las familias que se encuentran en confinamiento por la .

La mujer indígena, originaria de la comunidad de Angahuan, municipio de Uruapan, aseguró en sus redes sociales que “cocinaremos una receta sorpresa”.

Informó que la transmisión será este próximo sábado a las 12 horas y es una manera de recordar que la cocina tradicional mexicana está al alcance de todas las familias.

Más aún, agregó, en este momento tan difícil por el que atraviesa el mundo, el país, el estado y los municipios, por lo que hay la posibilidad de compartir este ejercicio.

INVITA A COCINAR A ANAHÍ

Juanita Bravo lamentó las críticas y burlas de las que ha sido objeto la actriz Anahí , quien vía sus redes sociales ha intentado .

La cocinera tradicional mexicana dijo que por el contrario, reconoce y valora el esfuerzo que cualquier mujer haga por fomentar el arte de la cocina.

Señaló que las mujeres, todas, tienen siempre la capacidad de preparar alimentos con los que tienen a la mano y con sus propios conocimientos y necesidades.

Bravo Lázaro expuso que por ello este ejercicio de elaborar en vivo una receta tradicional, es también para resaltar el valor que tienen las mujeres en su totalidad.

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Lejos de juzgar a la actriz, Juanita Bravo la invitó a cocinar juntas e incluso en una transmisión en vivo, elaborar las recetas en equipo.

“Como ella también es mujer, hay que echarle ganas para que aprenda a cocinar y hay que valorar, porque está intentando cocinar y lo comparto con ella”, reiteró.

Si ella gusta venir y si me dicen que yo voy para allá, donde quiera que esté, pues yo también voy con ella y le doy clases. Yo no tengo ningún problema”, agregó Juanita.

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¿QUIÉN ES JUANITA BRAVO?


Su pasaporte internacional es la tortilla bicolor, así como el aroma y sabor de sus alimentos que son inigualables y gustados en varios países y no es para menos.

Juanita Bravo Lázaro es una de las mujeres indígenas michoacanas que encabezaron el proyecto en el que en el año 2010 fue nombrada toda la cocina tradicional mexicana como patrimonio cultural intangible de la humanidad.

Juanita regresó exitosa de Kenia, en 2016 donde conquistó paladares muy finos con sus gorditas y sopes de carne de puerco, de res y de pollo.

Por seis días llenó los restaurantes en los que se exhibieron sus platillos por invitación de la cancillería mexicana en ese país del África.

También, cocinó para personalidades diplomáticas durante la semana internacional gastronómica de Nairobi, Kenia.

Angahuan es la tierra que la vio nacer. La enfermedad de su abuela materna la llevó a cocinar, pues era quién cuidaba de ella por un problema en las rodillas.

Desde temprana edad, tuvo que aprender los secretos de la comida originaria de los pueblos purhépechas, al lado de su abuela y de su madre.

Entre las recetas destaca el churipo: un preparado especial de caldo de res con verduras y un toque final de col de árbol, una planta que solo se da en tierras michoacanas.

El churipo se sirve en cazuelas de barro y se acompaña en su interior con corundas, una especie de tamales de sal en forma de triángulo, cocidas a vapor envueltos en hojas de maíz.

Lo que la llevó a conquistar paladares, pero también corazones, fue la Ichuskuta (tortilla especial de maíz), al grado de que una de las anécdotas que recuerda, es que por esa preparación, el cantautor Mario Domm le pidió que si quería ser su novia. Sí, su novia.

“Vinieron a grabar a las ruinas y ahí preparé comida, el almuerzo; entonces se me acercó Mario Domm y me dijo que si no quería ser su novia y le dije que sí, como no”, relata con singular inocencia y picardía.

Además de que sus alimentos le han llevado más allá de las fronteras de México, Juanita ha recibido innumerables reconocimientos y el nombramiento de “maestra cocinera”.
Su cocina ha dejado legado en diferentes chefs mexicanos y extranjeros, quienes han copiado sus recetas, como ella misma lo platica.

Juanita reconoce que no ha sido nada fácil defender el rescate de la cocina tradicional ya que se ha enfrentado a grandes desafíos.

Uno de ellos, fue que hasta los 48 años de edad aprendió a hablar el español, pues solo conocía su lengua natal, el Purhépecha, lo que le complicaba comunicarse con personas de otras raíces.

Actualmente, Juana Bravo tiene un establecimiento de comida tradicional en el centro turístico de las Ruinas de la Iglesia del Viejo San Juan y prepara banquetes.

Igual cocina para políticos, que para grupos de turistas, artistas y quienes han conocido el sazón y las caricias de sus manos a la hora de preparar una tortilla o cualquier receta tradicional.

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