Gómez Palacio.— Yamileth Meraz, una madre de 25 años, señaló a las autoridades de Durango por no actuar para hacer cumplir una orden judicial a fin de que su expareja le restituya la guardia y custodia de su hijo de dos años, a quien no ve desde hace cinco meses.

“No sé cómo esté ni dónde lo tiene”, dijo la madre, quien acusó de favoritismo y amiguismo a las autoridades ministeriales y del Centro de Justicia para Niñas, Niños y Adolescentes de Durango.

La historia de Yamileth con Víctor, el padre de su hijo, comenzó cuando se conocieron en 2018. Producto de esa relación nació un niño. Sin embargo, la mujer explicó que cuando se embarazó comenzaron los primeros signos de manipulación. El 17 de noviembre de 2019 nació el niño y Víctor los llevó a vivir a la ciudad de Santa María del Oro, Durango.

Yamileth recordó que en una ocasión le tomó el teléfono, ingresó a sus redes sociales y después le aventó el celular a la cara.

“Mi bebé tenía seis meses. A partir de ahí me aventaba, me empujaba, me pegaba con la mano cerrada. Cuando me dejaba lesiones me encerraba con llave, me quitaba los teléfonos para no tomarme fotografías”, relató.

Bajo amenazas de muerte, Víctor la obligó a firmar un supuesto convenio donde ella reconocía que no podía hacerse cargo de su hijo y una jueza le concedió la guardia y custodia del niño a él. Yamileth, originaria de Gómez Palacio, Durango, buscó ayuda y encontró apoyo en un refugio de Torreón. Huyó de Santa María del Oro con su hijo.

Dos semanas después de vivir en el refugio, la directora recibió una llamada avisando que Yamileth tenía una denuncia por retención y sustracción de menores. Yamileth fue llevada a la vicefiscalía y el Ministerio Público le pidió que entregara al niño al padre. Con amenazas y para proteger al menor, ella regresó con él.

Las amenazas, golpes, maltrato e infidelidades continuaron, hasta que Víctor la corrió. Yamileth regresó con sus papás sin su hijo.

El infierno

Para Yamileth Meraz la vida a lado de Víctor y lo que ha continuado hasta ahora, es lo más parecido a un infierno. El 10 de junio de 2021, Víctor le marcó para decirle que le regresaría a su hijo. La violó, le dejó a su hijo y los abandonó en un hotel, pero a su regreso a Gómez Palacio, Víctor se comunicó y le dijo que siempre no le daría al niño: “Si no regresas conmigo te mato”, amenazó.

Además de enfrentarse a su expareja, Yamileth también ha luchado contra la violencia institucional de las autoridades de Durango. Ha interpuesto denuncias por violación, sustracción de menores, violencia familiar, y ninguna avanza. En cambio, las que su expareja interpone, caminan.

El pasado 18 de junio salió una orden de aprehensión en su contra por la retención y sustracción, pero se defendió con un amparo. Pese a ello, se giró una nueva orden de captura el 24 de junio.

“Salgo a comprar pañales y me detienen con violencia. Con mi hijo. Llegan cinco camionetas de la DEI; venía mi agresor. Me arrancan a mi bebé de los brazos y se lo entregan a él. Siete días después me vinculan a proceso por retención y sustracción, y violencia familiar. En lugar de ser la víctima pasé a agresora”, dijo.

La víctima presentó su carpeta de violencia familiar, órdenes de protección, la constancia del refugio y amenazas de muerte. Un magistrado reconoció las amenazas y dictó que el niño sea regresado a la madre. El pasado 8 de marzo un juez citó a Víctor para que entregara al niño de manera voluntaria. Nunca llegó. “Al señor no le tocan ni un pelo”, acusó.

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