Aguascalientes.— El secretario de Seguridad Pública de Aguascalientes, Porfirio Sánchez Mendoza, señaló la descomposición que, aseguró, existe en el interior de la Policía municipal de la capital, que no cumple los protocolos de actuación ni supervisa a los elementos, como quedó en evidencia luego de que una mujer robara el arma de un policía y lesionara a tres personas.

El mando advirtió que la seguridad no es un asunto de política ni está delimitada por un territorio, sino que se trata de un compromiso con las familias al atender su derecho de vivir en un entorno tranquilo y en paz, por lo que la sociedad no puede ser puesta en riesgo por falta de pericia y liderazgo.

“La Secretaría de Seguridad Pública estatal ha realizado siempre las tareas que en su ámbito corresponden, y cuando ello lo amerita, en total coordinación con la policía municipal, a pesar de que su titular [Antonio Martínez Romo] no siempre observa la ley de seguridad pública estatal en materia de coordinación”, afirmó.

Indicó que en 2019 se tienen registradas ante la Fiscalía General del Estado (FGE) un total de 120 denuncias contra policías municipales por robo, abuso de autoridad y cohecho, lo que habla de una falta de ética y una falla grave de supervisión hacia los elementos.

El sábado pasado, agentes de la policía municipal dejaron la patrulla abierta con su arma de cargo, un fusil de asalto.

Una mujer, identificada como Gabriela “N”, sacó el artefacto, amenazó a automovilistas, disparó e hirió a tres personas.

Sánchez Mendoza indicó que hubo falta de supervisión y cumplimiento por parte de los mandos municipales, ya que el elemento al que robaron el arma “no fue puesto a disposición de la fiscalía”.

Dan prisión a mujer responsable de balacera

Gabriela “N” La Gaviota, de 34 años, quien fue responsable del tiroteo, se presentó ayer en una audiencia ante la Fiscalía General del Estado, en la que se le imputaron los deliltos de homicidio doloso calificado en grado de tentativa, robo calificado y lesiones dolosas a tres personas, por lo que el juez ordenó su reclusión en el penal femenil del estado.

Cuando el agente del Ministerio Público le daba a conocer los datos acopiados en la carpeta de investigación, el juez se percató de que Gabriela presentaba una hemorragia profusa, por lo que interrumpió la audiencia y ordenó la presencia urgente de personal de salud del Centro de Reinserción Social.

Un médico la auxilió y dictaminó que no requería traslado, así que se reanudó el acto procesal.

La imputada, quien es madre de tres menores de edad, tiene antecedentes penales por robo y cuando sustrajo el arma de la patrulla, presuntamente se encontraba bajo la influencia de drogas.

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