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No hubo pantallas digitales, ni proyecciones en el escenario, menos una gran parafernalia acompañando la historia, aun así "La peor señora del mundo" se convirtió en una gran experiencia para los niños, según Alejandro Benítez, actor y titiritero de esta obra.
“Fue la novedad porque es tan viejo que es nuevo. El teatro de papel es el antecedente directo del cine y la tv. En esta época de tanta tecnología es novedoso, porque los niños no están acostumbrados a ver que la gente haga cosas con sus propias manos, hay que enseñares que no sólo deslizar el dedo produce movimiento y que pueden crear sus propios espectáculos”.
Durante un casi un mes esta compañía recreó sólo con dibujos, colores y pequeñas maquetas un pintoresco pueblo, Turambul, donde se desarrolla la historia de la peor señora del mundo, que a sus hijos los castigaba cuando se portaban bien y mal, por lo que todo el pueblo la evitaba.
Hablar sobre la violencia a través de este montaje fue todo un reto para estos artistas, porque querían que los espectadores se llevaran un mensaje muy claro de que la mejor forma de erradicarla es evitarla, que hay que buscar alternativas para traer la paz.
“La violencia se normalizó y eso es peligroso, porque uno ya no se da cuenta realmente. Cuando sales del país y ves que los niveles de violencia que nos parecen normales, en otro país serían escandalosos, es un golpe fuerte”.
Benítez explicó que este espectáculo fue pensado por los artistas Ricardo García Arteaga y Avelina Correa como un montaje callejero, en el cual participarían tres actrices, pero querían hacer algo diferente, fue así que decidieron colaborar con la compañía Facto Teatro.
“Es un texto muy usado en teatro, de hecho ahorita debe haber unas tres o cuatro obras profesionales de la misma historia, pero nosotros nos permitimos abordar este mundo mágico-trágico en pequeña escala, contándola a través de nuestra habilidad como actores y como titiriteros”, expresó Alejandro Benítez sobre esta obra que termina su temporada en el Teatro Benito Juárez, mañana.