"La estética del crimen" se prepara para cerrar las puertas

aridiana.banos@eluniversal.com.mx

Dos años y 600 representaciones después, "La estética del crimen" se prepara para cerrar las puertas este 9 de diciembre, pero previo a esa despedida la noche del viernes se develó una placa para conmemorar este éxito.

“Son sentimientos encontrados, ya está entrando un poquito de nostalgia porque fueron dos años de estar en el escenario con esta puesta, que fue disfrutable al 100%”, expresó Carlos Rangel, quien junto a Miguel Conde son los que permanecieron desde un inicio en el proyecto.

Originalmente esta obra estaba planeada para sólo 12 semanas, pero debido a la aceptación del público al día de hoy contabilizan 93 semanas o 21 meses de temporada, por lo que han tenido que ir rotando los integrantes del elenco.

“Miguel y yo somos los que continuamos ininterrumpidamente, pero Mario Alberto Monroy y Omar Medina que se fueron un rato a cubrir compromisos previos que tenían desde antes de La estética del crimen, regresaron de nuevo pero ahora alternando con José Luis Saldaña, y yo no me he bajado en ninguna función, incluso mi personaje (Tony) no tiene ningún alternante como los demás”.

Además de ellos cuatro, Carla Medina, Leslie Martínez, José Luis Saldaña, Ángel Enciso, Fernando Villa, Elsy Reyes, Ceci Ponce, Natalia Saltiel y Dalilah Polanco, serán los actores que cerrarán la temporada este domingo.

“Todo tiene un ciclo, así lo consideró la producción, no es nada oficial pero espero que esto sea sólo unas vacaciones y en algún momento se pueda retomar de alguna manera, pero eso sólo lo decide la producción; pero lo que respecta a mí estoy satisfecho de haber cumplido este ciclo y estoy abierto a lo que venga", dijo Rangel.

Tanta empatía generó su personaje de Tony, el dueño de la estética, con el público que de 600 funciones sólo 8 veces fue declarado culpable del asesinato en torno al cual se desarrolla la obra, incluso la directora Rina Rajlevsky movía un poco la trama para inculparlo y tampoco lo lograban.

“Me decía la directora, ‘imposible, puede salir Tony arrastrando el cuerpo y la gente dirá mira que lindo'", ríe el actor.

Es precisamente la posibilidad que tenía la gente de decidir cual de los personajes era el culpable, lo que hacía más divertida esta obra, que por la misma dinámica se necesitaba de improvisación.

“Mucha gente se sentaba en la butaca con la idea de ver una comedia, pero al darse cuenta que es interactiva y se abría al público la posibilidad de opinar o a declarar a alguien culpable, los motivaba. No recuerdo ninguna función en que el espectador haya estado apático, al contrario siempre fue animoso y dispuesto a jugar con nosotros".

Una clara muestra de ello fue la función de este viernes, en la cual a pesar de ser cerca de la media noche la gente, incluidos los padrinos de develación Roberta Damian, Mauricio Abad y Jordi Rosh , seguía riendo y decidiendo quien sería el asesino de esa noche.

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