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Cuando no está en el set haciendo telenovelas, Socorro Bonilla se sube a su motorhome, pone café y agarra camino a cualquier lugar que le ofrezca cielos estrellados, montañas nevadas o lagos donde pueda hacer parada y, simplemente, vivir esa vida que siempre soñó para ella. Hace cinco años que materializó ese deseo que tuvo siempre y que dice, está disfrutando plenamente.
“Yo siempre amanezco en el cielo, en el agua o en la montaña, que es lo que me gusta, allí me paro y me duermo, instalo mi carpita y se acabó, pongo mi cocina exterior y me voy a pescar, la verdad es que llevo una vida como yo la planee, estoy queriéndome retirar de la actuación desde que cumplí 60 años, ya estoy en los 70 y sigo sin retirarme, pero estoy viviendo muy plenamente”, dijo a EL UNIVERSAL.

“Yo rento mi chalet, mi depa, y con permiso. Vivo de mis rentas si no tengo un ingreso, pero soy como hormiga, tengo siempre un buen colchón con Televisa para hacer mi vida como me gusta. Yo lo que quiero es calidad de vida, no cantidad, y yo no requiero mucho para vivir bien”, agregó.
Desafortunadamente, dice, viajar en una motorhome todavía no es viable ni seguro en México, y menos para una mujer, por ello, ha decidido explorar todo lo posible en Estados Unidos, y cuando le toca venir a hacer telenovelas al país deja su casa rodante descansando y maneja hasta la Ciudad de México.

Sus viajes la han llevado hasta la punta de Canadá y Alaska, y aunque ahora vino a México para hacer la telenovela "Fuego ardiente", donde interpreta a Socorro, comentó que en cuanto acabe este proyecto volverá a EU para retomar sus viajes, que normalmente hace sola, aunque de vez en cuando invita a alguna de sus seis hermanas y ahora no quita el de do del renglón para que sus hijos o nietos puedan acompañarla a alguna aventura.
“Pero no me aguantan el paso, la gente es muy dependiente. Yo les digo a mis dos hijos y mis nietos que si me quieren ver y me extrañan, nomás me manden un mensaje, les doy mi ubicación, yo voy por ellos al aeropuerto más cercano, no tengo un compañero o un amigo porque a estas alturas si no es un gran amigo con el que yo me lleve muy bien, mejor no; pareja no porque los hombres son muy exigentes y controladores y yo paso. Soy muy independiente y la paso tan bien conmigo”.
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