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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Hacer un personaje no es sólo leer el guión y representarlo, a veces es necesario saber cortar el cabello para dar credibilidad.
Eso le pasó a Antonio Salinas, quien pasó por tres especialistas en la tijera para protagonizar El peluquero romántico, filme que estrena en Cineteca Nacional.
En la cinta se cuenta la historia de un hombre con vida rutinaria, que intenta reconstruirse tras una pérdida fuerte.
Al actor le enseñaron primero a barrer el cabello, que tiene su estilo y, después, ver cómo se ejecutaban los distintos cortes.
“Su primera etapa de peluquero sucedió en Aguscalientes, ya aquí en México fue con el maestro Cosme que está en la Cuauhtémoc (colonia) y en Río de Janeiro (Brasil) fue el tercero”, recuerda Iván Ávila Dueñas.
El cineasta también ideó un método para que el histrión sintiera lo mismo que el personaje. En la historia hay un viaje a Brasil sorpresivo y el actor se enteró de eso luego de ver la maleta con la que se iría, precisamente el último día de rodaje en México.
“Él no lo sabía, así que era una manera de llevar un proceso vivencial en todo esto”, apunta divertido Ávila Dueñas.
El peluquero romántico se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2016 y después giró por certámenes.
El también director de Adán y Eva, todavía, señala que la intención era hablar de temas de la mexicanidad que, a través del personaje, podrían darse.
“Es alguien al que le gusta la música clásica, la tradicional mexicana, el cine clásico mexicano, que le va al Atlas (equipo de futbol) y que tiene es núcleo de amigos de diálogo y carrilla (burla)”, recuerda Ávila Dueñas.
“Queríamos hacer una película donde la reconstrucción del personaje se diera a través de eventos mínimos de su vida cotidiana, que en la primera semana le hablara la ex, a la otra semana salieran y así”, explica.
Tendrá estreno simultáneo en Zacatecas, con la intención de hacer conversatorios en sedes como Tijuana, Guadalajara, Querétaro y Oaxaca.
También se realiza una cinta en 16 mm, con uno de los personajes, como experimento.
