Una madrugada de 1983 el cineasta John Landis recibió una llamada de Michael Jackson, que le pedía que le “convirtiera en un monstruo” en la pantalla. Así surgió el video de “Thriller”, presentado ayer en Venecia en 3D.

La Mostra ha acogido con gran expectación esta nueva versión del icónico videoclip y del documental Making Michael Jackson’ Thriller, que fue difundido por televisión y vendido en VHS entre 1983 y 1990, aunque nunca había sido proyectado en la gran pantalla.

La cinta, de 45 minutos y que no se ha vuelto a editar desde ese año, es un recorrido por las bambalinas del rodaje, una revisión de la pasión que suscitaba entre sus seguidores, un homenaje a uno de los himnos de la música pop y a una “estrella extraordinaria”. Landis, encargado de dirigir el rodaje de este éxito, recordó el modo en que surgió el video “Thriller”, el sencillo del que se convertiría en uno de los discos más vendidos de todos los tiempos.

El cineasta dormía en Londres cuando de pronto sonó el teléfono: era Michael Jackson, con 24 años, que le proponía desde Los Ángeles rodar el video después de haber disfrutado y apreciado su negra An american werewolf in London (1981).

Quedó especialmente prendado de aquella secuencia en la que un licántropo desataba el caos en la londinense Piccadilly Circus. El director, señalándole la diferencia horaria de ocho horas entre ambas ciudades, quedó en llamarle en otro momento.

Se vieron las caras tiempo después en la ciudad californiana y fue entonces cuando Landis le propuso hacer “algo más atrevido” para el sencillo: un cortometraje con afán “teatral”.

Y el Rey del Pop aceptó inmediatamente, entusiasta: “¡Genial, lo quiero!”, exclamó.

En el documental, se muestra cómo se recreó aquella historia de terror cómico, con ese cementerio cubierto por la niebla y repleto por zombis danzantes que, al igual que el artista, fueron ideados y caracterizados por el laureado maquillador Rick Baker.

El director señaló que Thriller surgió sencillamente como un acto de “vanidad” del artista, que “quería convertirse en un monstruo”, a pesar de que su productora se negaba al haber rodado ya dos videos de gran éxito, “Billie Jean” (1979) y “Beat it” (1982). “No era un plan empresarial brillante sino que fue un video vanidoso porque Michael quería convertirse en un monstruo. Y todo lo que llegó después, aquel éxito espectacular, me dejó muy impresionado”, reconoció Landis.

“Cuando trabajamos en Thriller tenía una idea del trabajo sorprendente. Era un gran artista”, indicó el cineasta. Landis y Jackson volvieron a trabajar juntos, casi una década después, para la publicación en 1991 de “Black or white” pero para entonces, aquel joven que encandilaba a las masas con sus bailes imposibles, “ya había cambiado”. Para entonces “era mucho más reservado”, a causa de sus éxitos sin precedentes en la historia de la música, en la que se aupó como el indiscutible Rey del Pop.

“Ya no le envidiaba”, zanjó Landis, señalando la ausencia de infancia del artista y su violenta vida.

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