Billy Idol

invadió de nostalgia, rock y glam el Palacio de los Deportes en su primera visita a México , en donde interpretó sus grandes éxitos musicales como “ Dancing with myself”, para el que sus fanáticos tuvieron que esperar más de cuatro décadas para escuchar en vivo.

La expectativa de ver a una de las grandes estrellas de la década de los 80 congregó a miles de fans de todas las edades, quienes en punto de las 21:30 horas, fueron testigos de la aparición del músico británico, quien salió al escenario haciendo estremecer a 15 mil personas , de acuerdo a datos proporcionados por Ocesa, que se pusieron de pie.

Billy, considerado como el eslabón perdido del glam, del punk y el new wave, abrió su presentación con “Cradle of love ”, tras la que saludó: “¡Viva México!”, provocando gritos.

Así, para sorpresa de sus fans, continuó con su gran éxito “Dancing with myself” , con el que se desató la euforia al ser ampliamente coreda, mientras que otros optaron por grabar el momento en sus celulares.

“Es bueno estar aquí, México, vamos a seguir rockeando”, dijo el cantante al término de su canción, para continuar con “Flesh for fantasy”, en la que se desabotonó la camisa, ocasionando los gritos de miles de chicas, que le gritaron piropos.

Con una producción que resaltaba de elegancia y que consistía en una cortina roja detrás del escenario y unas lámparas fijas que recorrían el templete y cambiaban de color en cada canción, Idol interpretó “Can’t break me down”, tema en el que el se puso la bandera de México en su espalda, pero fue con “World comin’ down” con la que los presentes saltaron de emoción por los solos de guitarra que retumbaban en el recinto.

“Estoy muy emocionado de estar en México, la siguiente canción se la dediqué a mi mamá cuando mi papá murió de cáncer”, contó Billy antes de “Ghosts in my guitar” , tema que conmovió a todos los asistentes, que encendieron las luces de sus celulares, haciendo que todo el lugar se iluminara.

El artista continuó con otra de las canciones más esperados de la noche, “Eyes without a face”, tras la que aprovechó para refrescarse.

El glam continuó apoderándose del lugar con “Souls standing by” en donde la cortina detrás del escenario dejó al descubierto una pantalla que proyectó una ciudad, poniendo un toque especial a su interpretación, que continuó provocando gritos y saltos hasta pasadas las 23:00 horas.

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