Un documental sobre las raíces prehispánicas purépechas, hecho por cineastas de la zona, es algo que tiene en mente el académico James Ramey.

El organizador del Foro de Pueblos Indígenas en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia trabaja en ello.

Él mismo se abocó al tema con El emperador de Michoacán, documental que habla sobre Caltzontzin, quien gobernó la entidad en el siglo XVI y fue asesinado por los españoles.

“Este es un boceto, un primer borrador de lo que quiero hacer: un documental sobre las raíces purépechas, hecho por ellos mismos. Hay muchos cineastas y espero que desde la UAM, donde tenemos equipo, buscarlos y podamos apoyarlos en especie, se necesita ver más cine indígena”, señala Ramey.

El emperador de Michoacán se sitúa cinco siglos después de la Conquista.

Los purépechas han pasado décadas restaurando sus festividades y dioses prehispánicos, a pesar del racismo cotidiano que viven. Cada 1 de febrero, miles celebran el Año Nuevo Purépecha en honor del dios fuego. Esto se cuenta en paralelo con la restauración de un cine en Pátzcuaro, de 1936, dedicado al último emperador.

“En 2005 estábamos buscando un lugar para hacer proyecciones al aire libre y alguien dijo de uno con el nombre del emperador purépecha, abandonado en Pátzcuaro, que olía horrible y había gatos”, recuerda Ramey en entrevista.

“La restauración fue el inicio de nuestras grabaciones, pero siempre he tenido el interés, como investigador, en los residuos y resonancias de la Conquista en México desde la perspectiva académica y, cuando veo el nombre del teatro, comienzo a ver que en Michoacán hay muchas conmemoraciones en torno a esta figura”, comenta.

Así decidió junto con el codirector Arturo Pimentel acudir al Año Nuevo Purépecha, en febrero, para darse cuenta que la gente estaba interesada en recuperrar su cultura prehispánica.

El emperador de Michoacán requirió de 200 horas de grabaciones y tres años de edición. Ya tiene ofertas para ser lanzado en EU y pretende ser exhibido, de inicio, en todo Michoacán.

Ramey estuvo en la producción del documental Eco de la montaña, que aborda la historia de Santos de la Torre, artista huichol que vive en el anonimato en México, a pesar de ser autor de un gran mural en el umbral del museo Louvre, en París.

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