Héctor Bonilla

declinó ser abogado porque no quiso convertirse en ratero, y persiguiendo su vocación le apostó al cine que confronta al sistema, a la televisión que rompe moldes y al teatro reflexivo.

Aguerrido y combativo desde siempre, Bonilla tomó una decisión de la que hoy no se arrepiente , por el contrario, se jacta de haberse retado y salido de los convencionalismos. Y los hechos lo demuestran.

Su ímpetu, según cuenta en entrevista con Notimex , lo llevó incluso a escribir canciones dedicadas a la familia, a los hijos, a la Patria, “hasta escribí una para Eugenia León”.

Hoy, a sus 80 años el cáncer de riñón es su principal enemigo ; sin embargo, no se raja y lo enfrenta con valentía.

El actor asegura que su destino estaba escrito y dirigido hacia las artes y no en el Derecho, carrera que estudió por cuatro años.

“Soy el último de seis hijos. Mi padre llegó descalzo de Tetela de Ocampo, Puebla, e hizo tres carreras. Mi madre fue una relevante maestra de Técnica de la Enseñanza, todos mis hermanos son brillantes profesionistas y yo soy muy bueno para la Literatura, la Historia, la Biología, pero no para la Química, la Física y las Matemáticas.

“Entonces, en tercero de secundaria, cuando yo luchaba con las ciencias exactas, la maestra de Lengua y Literatura Española me pasó a hacer un paso -piezas cortas que se intercalaban en la representación de otras obras-, de Lope de Rueda, en el auditorio de la escuela y me di cuenta de que la gente se reía cuando yo quería, y se callaba cuando yo quería, y dije de aquí soy ”, compartió sonriente el histrión.

Aunque afirma ser un apasionado del Derecho Romano y la Filosofía del Derecho, el actor detalló que hizo a un lado su carrera como abogado debido a que descubrió en las prácticas que “el mejor abogado era el que sabía robar un expediente y sobornar a un juez, y dije: “Yo no soy de aquí”, y abandoné la carrera. Evidentemente para lo que tengo facultades es para actuar”.

El cine

“Siempre he peleado con el sistema”, afirma Bonilla a propósito de su participación en producciones filmadas en la clandestinidad, como Rojo Amanecer, cinta que retrata la masacre de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968.

De acuerdo con el histrión, ese es el cine que hizo con peligro. “Desde su filmación estuvo hecha de manera clandestina y la paradoja es que la aprobó el presidente Carlos Salinas de Gortari ”, señaló con una sonrisa quien filmó a escondidas al lado de María Rojo, Demian y Bruno Bichir, y Eduardo Palomo, entre otros actores.

El proyecto fue hecho entre amigos e incluso tuvo que ser editado en la clandestinidad para evadir la censura y lograr su exhibición.

“Varias películas que he hecho se quedaron en el tintero o están inéditas como María de mi corazón”. Esto en contraste con lo que he hecho en teatro, que son más de 140 obras donde he interpretado a muchos personajes y he ganado también varios premios”, expuso Bonilla, quien por su trayectoria en la industria cinematográfica será acreedor al Ariel de Oro, máxima distinción que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).

Luchar contra el cáncer

En febrero pasado el actor confirmó que padecía cáncer en el riñón y de acuerdo con él, su familia –esposa, tres hijos y siete nietos- ha sido su apoyo para enfrentar la enfermedad que se atiende en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”.

“Tengo 80 años, y si no me muero por el cáncer dentro de 10 minutos voy a seguir trabajando (…) Voy a participar en la ópera prima de Gerardo Gatica”, señala Bonilla en tono bromista a propósito de las propuestas de trabajo que tiene.

“Ahorita me ves con cabello y dentro de una hora ya no lo tendré, seguramente el día de los Arieles dirán que es por el cáncer, que me voy a morir en el micrófono, pero no, me tengo que rapar para la próxima película que haré. No tengo quimioterapias, no las hay para un tratamiento de riñón”, continuó el protagonista de la cinta “Un padre no tan padre”, que produjeron Gatica y Alberto Muffelmann.

Al ahondar sobre el cáncer de riñón con el cual ha sido diagnosticado, dijo que al parecer le está dando batalla porque “las personas que me atienden, que me evalúan periódicamente, dicen que están contentas con los que esperaban y que voy bien. Quiero creerlo, porque tengo muchas ganas de vivir”.

Aportes a la televisión

Como actor de televisión, Bonilla buscó apostarle a lo diferente ; sin embargo, encontró trabas en la gente que pone el dinero para producir. “Yo quería que los argumentos se sofisticaran, que adquiriera más peso la verdadera interpretación y que hiciéramos un producto mucho más digno”, mencionó.

“En La gloria y el infierno nos salimos del foro, buscamos evadir esta historia de dos jóvenes endebles que se conocen, cruzan una serie de avatares y se casan al final. Logramos grabar totalmente en exteriores en una hacienda, llamar a un director de cine para tener un punto de vista detrás de cámara y rechazar a cualquier actor de televisión, sólo contar con actores de cine y teatro para pretender hacer la otra televisión, pero nos atoramos por los criterios de las empresas”, expuso.

La música es una alcahueta

Poco se sabe de la faceta de Héctor Bonilla como compositor y es que asegura que “Dios Google” aún no la descubre. Sin embargo, sostiene que ha escrito muchísimas canciones y que incluso grabó un disco que él mismo produjo y que se llama Pa´ los cuates.

No obstante, tomó la decisión de no construir una carrera musical luego de que un 15 de septiembre fue a cantar con un mariachi a un antro de la Zona Rosa, donde una mujer alcoholizada “se me fue a meter sin decir agua va y evidentemente uno no está hecho de hule”, comparte entre risas el histrión que declinó desarrollar una carrera como cantante por lo alcahueta que resulta.

“Son 38 años de vida con mi mujer (Sofía Álvarez), en ella encontré mi complemento. Es la lotería que me he sacado en la vida ”, agregó el polifacético artista, quien asegura que ahora que está viejo sí se va a poner a cantar.

De hecho, adelantó que tiene escrita una canción para que la interprete Eugenia León. “Se llama Secretaria y exalta el derecho a la promiscuidad de las mujeres. Me enteré que el día de más éxito en los moteles es el Día de la Secretaria”, mencionó.

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