afectada por el conflicto en la Franja de Gaza, con el ojo de toda Europa puesto en la política y en los dilemas éticos que conlleva el poder.

Con este marco, la película "La grazia" (La gracia) de Sorrentino no podría ser más acertada para comenzar las discusiones. Paolo suele encontrar su mejor estado cuando se trata de mirar a la cúpula.

Su visión crítica y ácida a la vez hizo que el retrato de un hombre que, con cada decisión, es capaz de mover las manecillas de la sociedad, calara en el clima que se respira en la isla del Lido, donde ayer arrancó el Festival de Venecia.

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“Me he inspirado al pensar en un presidente de la República que, detrás de su aspecto serio y aparentemente aburrido, esconde a un hombre enamorado de su mujer, que ha fallecido, y de su hija”, explicó el creador en la rueda de prensa tras la presentación del filme.

“Pero también es un hombre con una serie de valores, entre ellos la justicia, que la política debería encarnar, pero que cada vez son más extraños de ver en el mundo”.

Para él, esta no es más que “una historia de amor”, para la que ha elegido como protagonista a Tony Servillo, el actor de uno de sus personajes más icónicos: Jep Gambardella, en La gran belleza, que le dio a Sorrentino el Oscar en 2014.

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En esta ocasión, Servillo interpreta a Mariano De Santis, un abogado brillante elegido como presidente de la República Italiana. La cinta desató los primeros aplausos de la Sala Grande, así como algunas carcajadas.

Como Paolo ha contado, la historia está inspirada en un hecho real: el indulto que Sergio Mattarella (presidente italiano) concedió a un hombre que había asesinado a su mujer enferma de alzhéimer.

Sin embargo, tanto Sorrentino como Servillo aseguraron que esta historia podría tratarse “de muchos otros presidentes”, sin negar que las similitudes son notables.

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Herzog, Coppola y los aztecas

En la gala de inauguración fue histórico el momento en el que Francis Ford Coppola (recién recuperado de un problema cardiaco que lo tuvo ingresado en un hospital romano) le entregó el León de Oro a la carrera a su colega alemán, el director Werner Herzog.

“Werner no tiene más sabiduría que una enciclopedia, él es una enciclopedia”, dijo en un generoso discurso. “Y si conoce algún límite, yo no lo he descubierto”, agregó.

Herzog, a su vez, cuando subió al estrado y recibió el felino alado de manos de su amigo, reafirmó la amistad que los une: “Nos conocemos desde hace medio siglo ya. Incluso Francis y yo estuvimos a punto de hacer una película acerca de la Conquista española, pero desde la visión de los aztecas, que no fructificó”, recordó el artista, que dijo haberse sentido durante muchos años el elefante en la habitación.

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“Y justo hoy, viniendo hacia aquí, pensaba que es una gran casualidad que este año se presente mi filme Ghost elephants en un festival que siempre ha sido generoso conmigo”, compartió.

“Siempre he querido hacer algo trascendente, y el cine lo es, porque se necesita carácter y valentía, pero también sentido del deber”, finalizó entre una sentida ovación.

En la sala también se encontraba el jurado, presidido por el cineasta Alexander Payne, acompañado por el realizador iraní Mohammad Rasoulof, los directores Cristian Mungiu y Stéphane Brizé, entre otros.

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Del Toro y Gaza marcan contrastes

Guillermo del Toro buscará su segundo León de Oro con Frankenstein, filme interpretado por Oscar Isaac, Jacob Elordi y Christoph Waltz, y que es, sin duda, uno de los más esperados del certamen.

Otras estrellas que generen olas en el Adriático son George Clooney, Adam Sandler, Emma Stone, Dwayne Johnson, Emily Blunt, Andrew Garfield, Jude Law, Adam Driver, Amanda Seyfried, Laura Dern y Greta Gerwig.

En contraste, las protestas del movimiento V4P (Venecia por Palestina) también se espera que cimbren el Palazzo del Cinema. Esta causa es impulsada por más de mil 500 personas de la industria

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La tensión en la Muestra lleva ya varios meses, pues V4P le pidió al Festival reprobar las acciones de Israel y no invitar a estrellas a favor de Benjamín Netanyahu, como Gal Gadot (que no asistirá por decisión propia) ni Gerard Butler.

Se suma una protesta convocada para este sábado en la isla del Lido y la esperada premier de The voice of Hind Rajab, filme sobre una niña fallecida en Gaza, que tiene como productores ejecutivos a Bratt Pitt y Alfonso Cuarón, según Variety.

Ayer manifestantes se mostraron con pancartas con lemas como “alto al genocidio” en los alrededores de la alfombra roja.

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Las preguntas acerca de la situación en Palestina no faltaron en la rueda de prensa con el jurado, en la que Payne capoteó las respuestas, argumentando que “tiene que pensar bien sus declaraciones”

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