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Cannes.— Ayer en Cannes se habló mucho español. Desde la rueda de prensa en la que todos los micrófonos esperaban las respuestas del presidente del jurado, Alejandro González Iñárritu —quien se permitió decir algunas frases sin traducir al inglés—, hasta la gala de inauguración en la que el mexicano no dudó en dar todo su discurso en su lengua materna.

Por primera vez en las 72 ediciones del Festival de Cannes un latinoamericano tiene el máximo honor y la responsabilidad de decidir junto con los demás miembros del jurado (la directora Maimouna N’Diaye, la actriz Elle Fanning, la cineasta Kelly Reichardt, la directora Alice Rohrwacher y los directores Enki Bilal, Robin Campillo, Yorgos Lanthimos y Pawel Pawlikowski) para quién será la siguiente Palma de Oro, el trofeo más prestigioso de la cinematográfica mundial.

En la conferencia previa, Iñárritu reconoció que, si bien el espectador “no vive la misma experiencia” en una sala de cine que frente a un dispositivo electrónico, aplaudió “la diversidad de formatos” que existen actualmente y que permiten que las películas se vean en todo el mundo.

Cannes mantiene desde el año pasado un pulso con la plataforma Netflix, cuyas películas vetó en su selección porque no se estrenan en las salas de cine francesas.

ROMA, la cinta del mexicano Alfonso Cuarón, producida por la plataforma estadounidense, quedó fuera de Cannes 2018 y fue estrenada —y obtuvo el León de Oro — en la Mostra de Venecia, antes de su camino hacia la gloria en los Oscar.

“Francia es una excepción, protege su cine, ¿pero cuántas de las películas que vamos a ver en los próximos 12 días serán exhibidas en todo el mundo?”, se preguntó el director de los filmes Birdman y El renacido.

“Netflix capitaliza estas películas que pueden ser mostradas en la tv y eso es excelente”.

Un homenaje. Más tarde, en la gala, después de que por la alfombra roja desfilaran todas las estrellas de la noche, en el Gran Teatro Lumiére se proyectó un resumen de las películas del director mexicano como un tributo a su legado artístico. Emocionado y entre aplausos, Alejandro salió a dar un discurso en el que hizo un guiño a sus comienzos diciendo que hace 20 años cuando llegó con Amores perros a la Semana de la Crítica nunca hubiera considerado que hoy estaría aquí.

“Es un gran honor haber sido invitado a este festival como presidente del jurado y tener el privilegio de estar rodeado de estos colegas, cineastas y artistas que me acompañarán en esta decisión tan importante que le puede cambiar la vida a una persona. Pero al final, el verdadero juez será el tiempo”, dijo minutos antes de que Javier Bardem saliera junto a la actriz francesa Charlotte Gainsbourg al escenario para dar el banderazo de salida.

Equidad de género. Algo a destacar en este año es el esfuerzo del Festival por lograr la igualdad de género, hecho que se tradujo en la imagen de ver un jurado conformado por cuatro mujeres y cinco hombres. Pero los números van más allá y este año Cannes logró la participación de 20 mujeres directoras como parte de la Selección Oficial con cuatro filmes en Competencia, ocho en la sección Una cierta mirada, tres proyecciones especiales y cinco cortometrajes en Competencia. En 2018 hubo un total de 11 directoras, 12 en 2017, nueve en 2016 y tan sólo seis en 2015.

Iñárritu comentó en la rueda de prensa que verlos a todos, mujeres y hombres ahí sentados, era en sí misma una declaración de principios.

El mexicano también aprovechó para dar su visión de la situación actual del mundo; no pudo evitar centrase en la relación de México con Estados Unidos y la gravedad del discurso separatista y agresivo en contra de los inmigrantes y las fronteras.

“El problema es la ignorancia porque es muy fácil manipular a las personas. Estoy absolutamente en contra de lo que está ocurriendo en el mundo actualmente y sabemos el camino hacia donde nos va a conducir esta creación de diferencias y de desigualdades, si seguimos así. En lugar de evolucionar estamos dando pasos hacia atrás”.

Hubo ocasión para las risas cuando se le preguntó si tenía algún plan en mente para realizar esta tarea y respondió entre bromas.

“No sé cómo va a funcionar, nunca he sido presidente del jurado y no he podido controlar nada en mi vida, ni siquiera mis sets o mi familia ¡Nada! Ser un presidente es una de las situaciones más extrañas que he vivido y tengo que decir que ser un presidente mexicano es peligroso”, expresó.

Eva Longoria robó cámara y se dijo orgullosa de que un mexicano fuera la máxima figura del Festival, Julianne Moore llegó con Caroline Scheufele, directora artística de Chopard, la firma de joyería creadora de la Palma de Oro, y Tilda Swinton hizo gala de su excéntrica elegancia al lado de Chloë Sevigny que siempre marca tendencia; Selena Gomez acaparando las miradas.

***Con información de AFP

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