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Cannes.— Poco se ha hablado de que México compite en la Sección Oficial de Cannes este año con una película coproducida con Francia.

Según contó el productor Julio Chavezmontes, hubo diversos recursos culturales, humanos y económicos mexicanos.

“México está representado en la Competencia Oficial con este filme en el que incluso hay recursos de Eficine. México estaba acostumbrado a ser el país mayoritario al momento de producir pero cada vez más los países que se suman para hacer una película”.

Para Chavezmontes esto significa mucho: “Creo que esto habla del momento que vive nuestra industria, hemos llegado a una excelencia técnica y creativa que hace que en otros países le interese ser nuestros socios”.

El productor opina que ya se han visto los resultados de las películas mexicanas en los festivales de cine, en exhibición comercial en todos los países y eso ha convertido al país en un socio muy atractivo.

“Estoy convencido de que nuestros actores, técnicos y guionistas están al nivel de cualquier otro en el mundo. Los reconocimientos internacionales de Guillermo del Toro, Iñárritu y Lubezki son consecuencia de dónde está la industria actualmente”.

Julio considera un orgullo estar en Cannes. “Esto es lo más alto a lo que uno puede llegar, y aunque confiábamos mucho, muy difícil predecir cómo la va a recibir el festival y fue una muy grata sorpresa vernos en la Competencia Oficial”.

Acerca de cómo surgió esta oportunidad de colaboración con Francia, explica que cuando Yann González fue el coproductor francés de Tenemos la carne se hicieron amigos.

“Ahí nos contó que trabajaba en esta película y que le encantaría que formáramos parte del equipo. Estuvimos metidos desde el inicio del desarrollo del guión. Luego trabajamos en buscar financiamiento”.

Chavezmontes explica que hay importante participación de México en el filme, pues está Noé Hernández en el elenco, hay equipo de producción, mucha gente de México en el rodaje y la posproducción, que se hizo casi toda en el país.

Julio es también guionista de Tiempo compartido, por el que recibió el Premio Especial del Jurado en Sundance. “Trabajar con Yann es un placer, es un tipo sensible y receptivo a sus colaboradores, escucha y no tiene un proceso cerrado”.

El productor explicó que Una daga en el corazón es un thriller con una fusión muy interesante del estilo de filmar de Dario Argento, Pedro Almodóvar y Brian de Palma.

“Es algo original, inusual y Yann es un director con una voz única”.

En la cinta, Vanessa Paradis interpreta a Anne, una actriz de cine pornográfico homosexual que está despechada porque su novia Loïs, editora dentro de la productora donde trabaja, la deja. Para reconquistarla, Anne se propone producir una película ambiciosa y cuando comienza el rodaje, un asesino enmascarado empieza a matar a sus actores.

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