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Cannes.— La premiere de Lars von Trier, director danés que fue vetado del festival de Cannes hace siete años por sus comentarios de simpatía hacia Hitler, demostró que ha vuelto a casa por la puerta grande.
Y es que Cannes y el cineasta tenían una profunda relación antes de la dolorosa ruptura. La vuelta al festival, según contó David Matamoros, uno de los productores de Von Trier, en exclusiva, significa mucho para el artista que sufrió una profunda depresión tras lo ocurrido.
“Lidiar con la crítica no es fácil porque un autor es un ser ultrasensible y la exposición a los medios es compleja así que ayer estábamos todos nerviosos por cómo iba a ser la recepción de la película.
“Pero al entrar Lars en la sala se hizo una ovación como de cinco minutos, todos de pie y aplaudiendo; era una manera de decirle, ‘bienvenido a casa’; todos nos emocionamos porque es cierto que han sido unos años difíciles por no estar aquí”.
Después de la exhibición de The House That Jack Built hubo otra ovación de pie de aproximadamente 10 minutos y Lars estaba muy emocionado, según contó Matamoros.
El filme tiene rasgos biográficos. “Puedes ver lo que ha sido su paso por el cine, creo que es una especie de testamento fílmico en donde podemos encontrar todo: desde las acusaciones de misoginia a las acusaciones de nazismo, el cómo ha trabajado con las actrices, cómo se ha sentido él.
“Está todo concentrado ahí. Si conoces un poco de su trayectoria esta cinta te deja un poco en shock porque puedes ver quién es y además lo ves desde una perspectiva muy curiosa que es la de un asesino en serie”.
The House That Jack Built es, desde su punto de vista, una confesión que muy pocos se atreverían a hacer y describe a Von Trier como un tipo humilde, moderno, que se rodea de gente joven y que siempre se reinventa.
Acerca de cómo llevan las críticas Matamoros explicó que el arte es provocar reacciones y no todas tienen que ser buenas.