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El cuarto intento por designar al primer fiscal anticorrupción de México enfrenta nuevas complicaciones en el Senado de la República. El proceso para elegir al titular que encabece esta nueva Fiscalía, dependiente de la actual PGR, logró avanzar hasta la definición de 23 aspirantes que fueron entrevistados y evaluados por los senadores, de los cuales cuatro de ellos recibieron las mejores calificaciones de un Comité de Acompañamiento ciudadano; sin embargo, cuando se espera que mañana la Junta de Coordinación Política (Jucopo) tome la decisión final, hay nuevas complicaciones que llevarían a posponer, una vez más, este nombramiento.
De entrada, la Junta que es órgano de gobierno del Senado se encuentra incompleta ante la falta de un coordinador de la bancada del PRD, debido al enfrentamiento interno entre los senadores de esa fracción. Antes que decidir el fiscal que lucharía contra la corrupción, el tema más urgente y apremiante para la sociedad, la Jucopo decidirá quién es el coordinador perredista que reconoce, si Dolores Padierna, avalada por el CEN y por 8 senadores, o Raúl Morón, apoyado por el ex coordinador Miguel Barbosa y por los 12 senadores restantes, la mayoría de ellos ya fuera del PRD pero aún dentro de la bancada. Cualquier decisión meterá al Senado en la crisis del perredismo.
Si a eso se le suma que tampoco hay todavía acuerdos entre el PRI y el PAN sobre la Fiscalía Anticorrupción, parece un hecho que el nombramiento no quedará listo el martes como se preveía y como presionan algunos sectores que esperan que haya un fiscal antes de que se instale el Sistema Nacional Anticorrupción el 4 de abril. Todo apunta a que quedará en espera no sólo por el nombre del fiscal, en donde en teoría hay algunos nombres con mayores consensos como el de César Alejandro Chávez, que ha sumado apoyo de los panistas y de varios priístas, o el de Manuel Hallivis, que tenía respaldo de un sector importante del PRI; el problema en este momento, más que el nombre, es la estructura y las facultades de la Fiscalía.
El PAN condiciona su creación a que el PRI acepte otorgarle total autonomía al fiscal. En el diseño actual la fiscalía anticorrupción depende de la PGR y el coordinador panista, Fernando Herrera, con el aval del dirigente de su partido, Ricardo Anaya, quiere que eso se modifique para darle autonomía, como planteó el blanquiazul desde abril de 2015 al aprobar la reforma que creó el Sistema Nacional Anticorrupción.
Y para lograr la autonomía los panistas exigen dos cosas: primero, que se modifique el artículo 16 transitorio de la reforma política electoral de 2014, para evitar el “pase automático” del titular de la PGR a la Fiscalía General de la República; y segundo, que se reforme el artículo 102 Constitucional para replantear el perfil del fiscal general, la duración del cargo y su designación, además de modificar también los mecanismos y facultades para designar a los fiscales Anticorrupción y de Delitos Electorales. “Si el PRI no se compromete a esas dos cosas no habrá fiscal Anticorrupción porque el PAN no lo votaría”, asegura un senador panista.
¿Qué va a pasar entonces si se traba nuevamente el nombramiento del fiscal anticorrupción y no está listo para el 4 de abril que se instale el Sistema Nacional en la materia? El 4 de abril se tendrá que instalar, por ley, el Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción. Si para entonces no hay fiscal, su lugar sería ocupado por el procurador Raúl Cervantes, sobre la base del principio jurídico de que “quien puede lo más puede lo menos”.
Si eso pasa el Sistema Nacional arrancaría incompleto, sin una de sus piezas fundamentales, que sería el fiscal especializado; es decir que el SNA iniciaría con toda su estructura pero sin brazo ejecutor para perseguir y sancionar la corrupción en el país, al menos sin uno que tuviera independencia y autonomía de la actual PGR.
NOTAS INDISCRETAS…“¿Qué tenemos enfrente?”, preguntó ayer el dirigente priísta, Enrique Ochoa, al tomar la protesta de Alfredo del Mazo como candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México. Y él mismo se contestó: “Tenemos enfrente a marionetas controladas por mesiánicas aves de rapiña”. ¿Queda claro a quién ven como el enemigo a vencer?…Por cierto que a Ochoa Reza ya lo aceptaron como socio del Club de Golf Campestre, con lo que el Comité de Administración desoyó la petición de algunos socios que cuestionaban al líder del PRI por su paso como director de CFE. Los directivos escucharon los argumentos de Ochoa y decidieron que calificaba para ser miembro activo para lo cual ya le dieron una credencial provisional. El que no tuvo la misma suerte fue el ex delegado de Coyoacán, el diputado del PRD, Mauricio Toledo, a quien sí le negaron el ingreso, basado también en el rechazo mostrado por algunos socios…Los dados abren semana con Serpiente. Mala señal.
sgarciasoto@hotmail.com