El Papa generó ilimitadas expectativas por su progresismo. Ernesto Cardenal, sacerdote rebelde, menciona: “ha hecho una revolución en la Iglesia y en el mundo, impulsa una Iglesia pobre y para los pobres”; Boff, fundador de la Teología de la Liberación, afirmó: “la paz, según el Papa, está asociada a la superación de las desigualdades”. Francisco anunció que no venía a México “con el fin de ocultar los problemas que se viven”. Alarmado, Osorio Chong contestó: “la mejor información será la que vea en México, podrá darse cuenta de que vivimos dificultades que estamos superando”, y aplicó sordina, el Nuncio papal atemperó: “no viene a solucionar problemas”. Francisco, en efecto, mencionó problemas graves, suficiente para algunos, desilusión de otros; demandaban, más que generalidades, denuncias concretas, responsabilidades públicas y temas centrales ignorados.
Definida como “visita de Estado” estableció restricciones negociadas. Censurable presencia en Palacio Nacional, el protocolo empató a dos figuras antitéticas, generó la idea de un Papa “secuestrado” por chaperones; el gobierno, dueño de la información, manipuló escenografías favorables a la “pareja presidencial” omnipresente, oportunista. Vergonzoso tratamiento de Televisa: Peña “reconoce en el Papa un líder sensible, reformador; por primera vez el Sumo Pontífice en Palacio Nacional”. López Dóriga orienta la crónica para destacar un párrafo secundario: “ante unos mil 500 invitados, gabinete, poderes, sociedad, el Papa ve que la mayor riqueza de México son los jóvenes y a los dirigentes políticos les corresponde ofrecer mejores oportunidades…”; ignorando la acusación más importante, dirigida a la oligarquía ahí presente: “cada vez que buscamos el camino del privilegio o beneficio de unos pocos en detrimento del bien de todos, tarde o temprano, la vida en sociedad se vuelve un terreno fértil para la corrupción, el narcotráfico, la exclusión, la violencia, el tráfico de personas, el secuestro, la muerte, el freno del desarrollo”.
En sus mensajes pastorales Francisco injertó temas político-sociales. En Ecatepec, ante miles de pobres y la élite ocupando los lugares reservados, enumeró tentaciones degradantes: riqueza, fama y poder; en San Cristóbal, Chiapas, ante indígenas: “vuestros pueblos, excluidos de la sociedad, despojados, sus jóvenes expuestos a una cultura que intenta suprimir las riquezas de su diversidad cultural”; en Tuxtla, ante familias, denunció “el modelo de sociedad que inocula colonización ideológica que las destruye”; en Michoacán, ante jóvenes: “es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno”; en Ciudad Juárez, a reclusos: “el problema de la seguridad no se agota encarcelando, sino enfrentando sus causas; a empresarios: ¿quieren dejar a sus hijos, explotación laboral, salarios insuficientes, trabajo esclavo?; y a migrantes: “expulsados por la pobreza y la violencia”.
Las televisoras y corifeos consideraron éxito total la visita, numerosos comentaristas la censuraron: “fue carnaval VIP”, “el Papa fue aislado del pueblo”, “monopolizado por Televisa, pudientes acapararon los lugares privilegiados”. Solalinde: “privatizaron al Papa; en Morelia —tierra de Maciel— se olvidó la pederastia clerical; en Ecatepec no mencionaron los feminicidios, y la gran omisión, Ayotzinapa, “el alto clero y el gobierno negaron a las víctimas acceso al Papa, le acercaron políticos y cantantes, espectáculos de Televisa”. Francisco, “peón del gobierno”, dijo Trump. La dictadura mediática difundió la realidad que quería el apurado Osorio; cínicos declararon “salió barato a Peña, no señaló responsabilidades del gobierno”, “fracasaron quienes profetizaron que el Papa sería flagelo maltratando los excesos y miserias del gobierno de Peña”. ¡Uf!, pero lo dicho, mucho o poco, ahí está, lo oyeron en Palacio Nacional, Chiapas, Michoacán, Juárez, millones de pobres. Repuestos del susto, ¿seguirán adelante con su plan de negocios?, ¿hasta cuándo?, nuestra trágica realidad es inocultable, aunque no acuse a los responsables el Papa, por “cortesía diplomática”.
Senador de la República
