El papa Francisco viene a México. Ya se le quitó el “síndrome del Son de La Negra” (aportación de México al mundo de “decir sí, pero no decir cuándo”) y puso una fecha: 2016. Bueno ya es algo.

La agenda dista mucho de estar ya planeada, sólo hay algo cierto: que sí irá, claro, a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, parada obligada.

Dado que apenas andan pensando, ¿podría hablar ante el Congreso mexicano como lo hizo en Estados Unidos? Si se considera que el Papa es jefe del Estado Vaticano sí podría hacerlo ante el Senado. Estaría bien.

No propongo la Cámara de Diputados porque ahí le toman la tribuna. Qué tal que alguien difiere de que Morena sólo hay una, y es la del Tepeyac.

Se dice que también quiere ir por lo menos a Ciudad Juárez y a algún otro lugar del país, que quizá se quede una semana. Ahí el embajador Mariano Palacios Alcocer ha hecho muy buena labor y es cercano.

¿Irá a Ayotzinapa, a Guerrero? Él quería ir, no pudo (o no lo dejaron) y el nuncio Christophe Pierre hizo una misa allá. Fue de los primeros en manifestarse por la desaparición de los 43 y es un papa argentino, muy consciente del problema de los desaparecidos (que en ese país, por la dictadura, se calculan en 30 mil)

Será interesante ver qué le dice a la misma curia mexicana que —salvo excepciones— así que digan “¡uy, qué de avanzada son y con qué pobreza viven…!”, pues no.

Violación de debido proceso a militares. Y sí, parece ser el caso: ahora que sabemos que un juez liberó a 4 de 7 soldados que presuntamente habían participado en el espinoso caso Tlatlaya hay que poner énfasis en las razones esgrimidas por el juez.

¿Qué dijo el juez Décimocuarto de Distrito de Procesos Penales en el DF? Que el presunto delito no se pudo probar, pero también —y aquí quiero poner el énfasis— que a estos militares no se les permitió reunirse con sus abogados, ni supieron de qué se les acusaba.

En resumen: a los militares, que son ciudadanos mexicanos, se les violaron también sus derechos humanos. Ahora estos militares siguen presos porque también tienen que pasar por un juicio castrense. Sólo apunto que hay un pendiente ahí con los militares mexicanos: en caso de violaciones a derechos humanos ellos también deberían tener derecho a un juicio civil. Es algo que aún se nos señala a nivel internacional y que no ve bien la Secretaría de la Defensa Nacional. Piensan que perderían autoridad.

Por cierto a Santos Mondragón, de Televisa, le dio una entrevista el general secretario Salvador Cienfuegos. Reiteró su negativa a que integrantes del GIEI de la CIDH hablen con los soldados del 57 Batallón:

“No tienen por qué declarar, no hay señalamiento claro. Sólo respondemos a autoridades ministeriales mexicanas, las leyes no lo permiten (que alguien más lo haga). No puedo permitir que interroguen a mis soldados, que los traten como criminales. Esa es mi postura: no puedo ni debo salirme. Perdería mucho de lo que soy y lo que he sido durante 52 años de carrera militar. Va por delante mi prestigio también”.

Por cierto, hablando de prestigios... o más bien de estereotipos. Juan Velázquez es asesor de la defensa de los soldados y se acaba de aventar una declaración a subrayar (él, por cierto lo consigno, dice que Tlatlaya es todo un montaje y una mentira. Veremos qué dice el juez que sí consignó a los otros 3 soldados):

“Las pruebas, fundamentalmente, de la ejecución son los dichos de las tres mujeres: de las dos presuntas prostitutas y de la mamá, nada más que estos dichos han sido absolutamente contradictorios porque han declarado varias veces y cada vez dicen cosas distintas”.

¿Como para qué mencionar sus profesiones? ¿Si hubieran sido ingenieras o químicas hubiera dicho: “presuntas ingenieras”?

El PAN presentó en el Senado una iniciativa de ley interesantísima que, se suma a otra similar que presentó el PRD: tratan de regular los criterios con los que permitir las “candidaturas independientes” o de candidatos sin partido. Quieren que una ley general regule --y por lo tanto acote-- iniciativas como las de Puebla en las que sólo faltó una prohibición expresa.

Ricardo Anaya, el presidente nacional de ese partido, la presentó. Establece, entre otras cosas que sólo se debe pedir un máximo de 0.5 por ciento del padrón electoral; hay ya otra del PRD, en la que Miguel Barbosa además explicita tiempos de radio y tele de candidatos sin partido y financiamiento público.

Interesante revire a la iniciativa de varios estados que buscan endurecer requisitos para “independientes”, aunque de esos hay que resaltar la de Puebla, en donde gobierna el que (dicen) es uno de los precandidatos del PAN a la Presidencia: Rafael Moreno Valle y que sin duda pasó en el Congreso con su visto bueno. ¿Será una señal de Anaya?

En Puebla, se pide el apoyo de 3% (el padrón de puebla es de 4 millones 260 mil 786 personas) de las firmas del padrón electoral en 20 días y que además los que apoyen la candidatura se presenten personalmente con credencial de elector y copia ante funcionarios electorales, imagínense. Unas 127 mil 823 personas, 6 mil 391 al día. ¿Quién tiene capacidad, si quiera, para registrar algo así?

En fin, ojalá pase la ley nacional.

Por cierto, en Puebla la primera dama, Martha Erika Alonso quiere ser presidenta del PAN estatal. Por lo menos será la secretaria general. La elección se hará el próximo 18 de octubre. Martha se tenía que llamar…

En el tema parece haber consenso de todos los partidos grandes: Manlio Fabio Beltrones, a nombre del PRI, también fue ante la SCJN a presentar una acción de inconstitucionalidad de la ley poblana.

Será que ya se les pasó el miedo.

En Nuevo León ya está provocando opiniones encontradas la propuesta de “El Bronco” de Roberto Treviño Flores como titular de la Procuraduría del Estado. Y es que el señor tiene al menos dos acusaciones por posesión de armas de uso exclusivo del Ejército…

La pregunta: ¿Qué hará el PRI con su ahora exgober Rodrigo Medina? ¿Lo defenderá? ¿Podrían negociar un apoyo --que es necesario del Congreso-- para el procurador a cambio de algo? Por lo pronto, ya dejaron sin notaría al padre incómodo de Medina: Humberto Medina Ainslie.

Ay, la orfandad del séptimo año: sólo un tardó el Colegio de Notarios Públicos del Estado un día en quitársela una vez que de que su hijo se fue. Apunte para los políticos que se creen intocables: el cargo tiene fecha de caducidad.

Él lo dijo:

--Tal como las cosas andan el mundo es complicado sentirse cómodo, en un momento en que la intolerancia alcanza niveles brutales, en los que la insolidaridad es tremenda. Vivimos un tiempo del sálvese quien pueda y eso no es bueno ni a corto ni a mediano plazos: Joan Manuel Serrat en entrevista con Arturo Cruz Bárcenas.

http://blogs.eluniversal.com.mx/camposeliseos/

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