Sé que esta columna no le gustará a muchos; me lloverán jitomatazos virtuales. Pero lo que escribiré realmente lo creo: si estamos en un país de “Derecho”, como intentamos ser, Elba Esther Gordillo debería salir de la torre médica del penal de Tepepan y acceder a prisión domiciliaria.

Sé que es la “villana favorita”, el único “pez gordillo” (como dibujaba ayer diestramente, es un decir, Magú) que puede presumir el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuyo tema a enfrentar es, sin duda, la galopante corrupción.

También sé que políticamente sería, para muchos, un desacierto porque se leería como un golpe (más) al gobierno federal que, ya dijo Manlio Fabio Beltrones, es Enrique Peña Nieto. Si de por sí el corredor endorfínico antes citado tiene bajísimos niveles de aprobación, esto contribuiría a darle un bajón más a su, de por sí, desangelada gestión. Gordillo es mucho más que sólo una maestra que ahora arma rompecabezas de obras de arte con sus compañeras reclusas pobres. Es un símbolo.

Sí, todo esto es verdad, pero ¿y qué hacemos con la ley? Ahí está el artículo 55 del Código Penal Federal. Por tener 70 años tiene ese derecho, punto.

La ley se debería respetar (en este y en otros millones de temas, aunque todos sabemos cotidianamente que no se hace eso, no es justificación) por más que se perciba en la sociedad este ¿gusto?, ¿placer? por saber que alguien que estuvo en el pináculo del poder, que además fue, sin duda, tremendamente arrogante, ahora sufra y la humillen. Ellos no se creen eso —cantan Los Tigres del Norte— de que aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión.

En juego está también la maltrecha fama del Poder Judicial. No es una decisión del Ejecutivo, aunque seguro presionan al respecto (es normal): la decisión la deberá tomar un juez, Alejandro Caballero. Vaya reto.

La argumentación de la PGR esgrimida en la diligencia del lunes le provocó a ella y a su abogado risas, reportan crónicas. ¿Cuál fue? Que porque tiene “residencia” (es decir casa… o muchas casas, quizá) en otro país, por ello se podría escapar. Es una razón, aceptémoslo, bastante malita.

Está bien, sé que se les escapó El Chapo de una prisión de “máxima” (eso sí da risa) seguridad y como dice el dicho, el que se quema con leche hasta al jocoque le sopla, pero… ¿no pueden hacer nada para garantizar que no sea así? Es peor decir que no pueden ni garantizar que una presunta delincuente (recuerden que aún no la juzgan, eso podría tardar aún tiempo) no se fugue de su casa en un campo de golf.

Y eso, voy más allá, mientras y si es que pueden probarle algún delito. Yo no dudo que Gordillo tiene una fortuna que no corresponde a su trabajo como maestra de pobres, primero, y luego sindicalista, de ello hasta presumió de más ella misma, pero, ¿lavado de dinero?

En todo caso, si yo fuera la PGR (que afortunadamente no soy) hubiera argumentado más bien que es peligrosa.

Y es que sólo saben en el gobierno federal qué amenaza está tras la declaración que le dio a Ciro Gómez Leyva en la plática que tuvieron el viernes y que ayer reprodujo en su columna. Ahí, separado por puntos, Ciro sólo enumeró algunas cosas que podría contar como “conversaciones con EPN”, “la solicitud de Osorio Chong”, “el desayuno con Videgaray”, “las actuaciones de Juan Díaz y Luis Castro”. ¿Qué dijo ella? Esto:

—Están estirando tanto la liga que parece que quisieran forzarme a romper el silencio institucional que responsablemente he adoptado.

Mmm. ¿Qué no sabrá ella?

Pensándolo bien, que no salga para que cuente todo.

Pero ¿qué personajes se han visto beneficiados con la prisión domiciliaria o a quiénes se les ha negado? Se lo comento en la edición online. Ahí también el informe de Miguel Barbosa.

Cosas de la justicia mexicana, una de las primeras personas en beneficiarse de la prisión domiciliaria fue el ex ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ernesto Díaz Infante, acusado de cohecho y delitos contra la administración de la justicia (fue acusado de recibir  500 mil dólares y presionar a magistrados para beneficiar a Alejandro Braun).

Estuvo preso  desde 2001 en el Reclusorio Norte, y en 2004 se le otorgó la prisión domiciliaria, hasta el abril de 2006, cuando falleció.

Luis Echeverría fue sentenciado a prisión domiciliaria por  el delito de genocidio, por su presunta responsabilidad en los hechos del 2 de octubre de 1968. En junio de 2006, quedó libre al considerar que el delito había prescrito. En noviembre de ese mismo año fue girada una orden de aprehensión en su contra; pero su defensa solicitó prisión domiciliaria por su edad y estado de salud. En diciembre de ese año se le intentó realiza un estudio médico-criminológico; pero no se logró, presuntamente por que en ese momento sufría las secuelas de un derrame cerebral.

Para mayo de 2007, el Quinto Tribunal Colegiado desechó el recurso de revisión que en ese momento promovió la PGR para solicitar el fichaje y estudio de personalidad al ex presidente.  Fue absuelto en  marzo de 2009

Miguel Nazar Haro, señalado como una de los principales operadores de la guerra sucia en la década de los 70, bajo la Dirección  Federal de Seguridad fue detenido en febrero de 2004 y por 8 meses estuvo recluido en el Penal de Topo Chico,  el cual abandonó en noviembre de ese año, al otorgársele el beneficio de la prisión domiciliaria, a los 80 años de edad,  al considerársele  una persona de “baja peligrosidad”. En 2006  fue absuelto.

Otro caso de un reo por las mismas acusaciones de participar en la Guerra Sucia fue el caso del  ex comandante de la policía  judicial,  Wilfrido Castro, quien fue detenido en  octubre de 2004 como parte de las investigaciones de la Fiscalía  Especial para Movimientos Sociales  y Políticos del Pasado.

Lo detuvieron a los 80 años de edad y para abril de 2005 le otorgaron la prisión domiciliaria.

Hay otros casos a quienes se les ha negado como a Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, pese a tener ya 82 años de edad. Los delitos por los que se le enjuicia son delitos contra la salud. La negación se tomó en enero  pasado.

Si Miguel Barbosa soñara con lanzarse como candidato a presidente del PRD, el informe  de labores de la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado que presentó ayer hubiera sido su destape.

Miguel Ángel Osorio Chong,   Miguel Ángel Mancera,   Luis Videgaray, Eruviel Ávila, el rector de la UNAM, el director del  IPN, los titulares de la CNDH, INE, INAI, TRIFE,  su paisano Rafael Moreno Valle, entre otros, en el presidium.

Todos los asistentes  tomaron sus asientos a la "tercera llamada, comenzamos", como en el teatro.

Haciendo uso de su buen  humor, presentó a algunos de los asistentes. Los que llegaron tarde : María de los Ángeles Moreno, César Camacho y Luis Videgaray.

Me quedo con una imagen, justo al bajar las escaleras, el diálogo de Osorio Chong con Moreno Valle. El gobernador tenía cara de regañado, ¿hablarían de las broncas en materia de seguridad en San Bernardino Chalchihuapan?

Una tontería (sic). Eso dijo José Woldenberg, quien quieren que sea ajonjolí de todos los moles cuando le preguntaron si él querría, buscaría, y otros ía, encabezar al PRD. Cree que debe surgir del mismo partido, donde, como dice Carlos Navarrete (virtual presidente des-electo) hay “cataratas” de autopostulaciones.

Él lo escribió:

—Sólo los hipócritas de siempre pueden decir que el piso estuvo parejo: Javier Corral ayer en su editorial de EL UNIVERSAL. A la elección panista la califica como “soviética”.

katia.katinka@gmail.com

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