La generación del “echarle ganas” y “dar todo en un partido” debe desaparecer, intentar un cambio inmediato, formar futbolistas que sean el recambio generacional de un grupo que cuando intentó trascender, siempre fracasó. La Selección Mexicana de futbol debe refrescar sus ideas y plantearse nuevos objetivos porque como están seguirán navegando en la misma zona donde llevan años sin salir.

Espejismo evidente cuando se domina la zona de Concacaf, pero cuando se compite de frente con las potencias, no sucede nada nuevo, siempre pierden el partido que deben ganar. A la desesperación y metamorfosis de Juan Carlos Osorio se le pueden aplicar dos lecturas: la primera, que no entiende como dirigir a un seleccionado nacional, y la segunda, que sus futbolistas siempre fallan a la hora buena. No más, o incapacidad o frustración.

Los pretextos históricos volvieron a aparecer. Rafael Márquez, Osorio, Guardado y hasta Moisés Muñoz, que ni vela en el entierro. Que si los dueños de los equipos sólo buscan dinero, que si los rivales en partidos de preparación son de pobre calidad, que si los medios desestabilizan con sus críticas, en fin, la misma historia cada vez que por incapacidad no le ganan a quien tienen que ganarle. Siempre hay un pretexto, desde el no fue penal, hasta que hay una regla 10/8 ahora 9/9 que afecta, de verdad, retórica barata y una alarmante ausencia de autocrítica.

La fórmula está desgastada, así que deben aplicar nuevas ideas para ganar el partido que siempre pierden. Salir de la zona de confort de la Concacaf, donde solamente compiten Estados Unidos y Costa Rica para asociarse a la Conmebol. Sí, a competir contra los sudamericanos en eliminatoria, así podrán dejar a un lado los pretextos de enfrentar rivales de poca calidad. Ahí está la solución, además de seguir jugando en la gira anual por Estados Unidos, porque debe saber Osorio que de esa gira se genera su multimillonario salario y el mantenimiento de las selecciones con límite de edad.

También se debe buscar un recambio generacional. Si jugadores como Javier Hernández, Giovani dos Santos, Miguel Layún, Andrés Guardado, Rafael Márquez, Héctor Herrera y otros más, demostraron que cada vez que enfrentan a una potencia fracasan, entonces armar un equipo con caras nuevas, con talento que existe en la Liga MX —varios están en la Copa Oro—, prepararlos y combinarlos con quienes llevan menos tiempo en el equipo.

Eso sería lo congruente, dejar atrás el trauma del 0-7, del 1-4 y darle oportunidad a otros. No veo lejano el nivel de Pizarro, Orbelín, Molina, Ayala, Dueñas, Pulido... a los antes mencionados, pero sí los veo con mucha hambre y deseos de triunfar, sin poses de divas.

Osorio debe recapacitar y olvidarse de dos cosas si quiere trascender en Rusia: de las malditas, absurdas y estúpidas rotaciones, y de atreverse a quitar a algunos que no tienen las condiciones, pero que por portan una camiseta de equipo europeo, tienen un lugar asegurado.

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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