Por la Semana del Futbol que se lleva a cabo en Cancún, el medio futbolístico olvida la importante semana que tendrá la Selección Mexicana. Honduras y Estados Unidos, rivales idóneos para sumar seis puntos al tratarse de dos partidos en el Estadio Azteca y así conseguir la clasificación más sencilla en la historia reciente de la eliminatoria de la Concacaf.

Honduras llega con alta depresión al partido del jueves al sumar cuatro puntos después de cuatro partidos. Es decir, están casi fuera del Mundial y volver a consumar un “milagro” como el de hace cuatro años, cuando derrotaron a la Selección Nacional, está muy lejano. El equipo de Juan Carlos Osorio no ofrece las condiciones para poner en riesgo un resultado en casa.

Estados Unidos, pese a tener los mismos puntos que Honduras, vive circunstancias distintas a los catrachos. Desde que despidieron a Jürgen Klinsmann y contrataron a Bruce Arena es un equipo distinto, con hambre y nivel competitivo que se le puede indigestar a México si no se toma con la seriedad debida. Después de la gira de preparación, Osorio debe tener muy claro que la delantera titular de su equipo debe ser con Carlos Vela, José Manuel Corona y Raúl Jiménez, por lo menos fue, el partido contra Irlanda, cuando mejor se vio a su equipo.

Sentar a Javier Hernández es toda una afrenta al sistema comercial del futbol mexicano donde parece que deben jugar los más populares antes que los que viven mejor momento. Dudas en los laterales porque no descifra quien puede ocupar esos puestos y se le ha visto improvisando descaradamente.

Las rotaciones malditas, las que Osorio está convencido que funcionan, pueden hacerle pasar un mal rato. No son solamente estos partidos eliminatorios, de inmediato al terminar el partido del domingo viajan a la Copa Confederaciones a enfrentar a Portugal, Nueva Zelanda y Rusia, así que seguir rotando, seguir confundiendo al futbolista puede ser perjudicial para un equipo que tiene la obligación de ganar los dos partidos en el Azteca y llegar a semifinales en Rusia.

Osorio deberá hacer un corte de 29 a 23 futbolistas y tiene claro que ninguno de los que juegan en Europa quedará fuera de la lista que viajará a Confederaciones.

Es el verano de consagración para Osorio o el de la maldición eterna. Pese a que sólo ha perdido dos en 22 juegos disputados, el entorno del futbol, los directivos y los aficionados siguen marcados por el 0-7 contra Chile en la pasada Copa América.

No es sensato poner en juicio la continuidad de un entrenador con tan buen récord, pero la realidad es otra. Entre promotores, directivos y hasta futbolistas que tienen a su entrenador de cabecera estarán deseosos que fracase Osorio, lamentable y poco ético, sí, pero real también. Así que el colombiano cumple con lo esperado o el serrucho en el piso iniciará.

@gvlo2008gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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