Esta vez no habrá pretextos. Las tan cuestionadas rotaciones de Juan Carlos Osorio, la falta de entendimiento y el nivel del contrincante no servirían para excusar un resultado que sea distinto a goleada.

La Selección Mexicana juega hoy su segundo partido en la Copa Confederaciones y lo único admisible es la goleada. Nueva Zelanda demostró ante Rusia ser el equipo más limitado del evento, así es que el Tricolor debe aprovechar eso y triunfar por una diferencia más holgada que la conseguida por los locales (dos tantos) ante los oceánicos. Este día se debe ganar y pasarle por encima al rival. No hay más.

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