Por Soley Silva

En la Ciudad de México existen 22 esculturas que forman parte del paisaje de periférico sur. Fueron hechas como símbolo de paz y hermandad de México en 1968. Fue el comité organizador de los juegos olímpicos el que propuso la creación de unas “olimpiadas culturales” al mismo tiempo que se celebraran los juegos olímpicos.

Apesar de que el país estaba en la mira del mundo  por la reacción del gobierno mexicano después del movimiento estudiantil del 2 de Octubre, la organización de los juegos olímpicos seguía su curso.

Dentro de las olimpiadas culturales se incluyó la presentación de 80 películas, exposiciones de pintura, demostraciones de ballet; entre otras actividades se encontraba la Ruta de la amistad, un corredor de esculturas monumentales.

Mathias Goeritz escultor de origen Alemán (autor de las torres de Satélite) desarrolló la idea de la Ruta de la Amistad y presentó el proyecto al presidente del comité organizador de los juegos olímpicos Pedro Ramírez Vázquez.

Gracias a su relación con el  entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, quien confiaba en  Pedro Ramírez Vázquez por su trayectoria como Arquitecto y administrador público, pudo facilitar a Goeritz la realización de la ruta de la amistad que abarcaría 17km en total y contaría con esculturas de artistas de los seis continentes.

Para el ámbito cultural y artístico del país esta era una gran oportunidad de brincar a la modernidad, concepto que en la Ciudad de México se trataba desde principios de década y que contemplaba el desarrollo de viviendas, espacios públicos y recreativos.

Goeritz anunció en 1967 la construcción del corredor de esculturas en el Encuentro internacional de escultores en el que dijo: “Un arte integrado desde el inicio del plan urbano es de gran importancia en la actualidad. Esto significa que la obra artística se alejará del entorno del arte para el bien del arte y establecerá contacto con las masas a través de la planeación total”.

Convocó a artistas de diecisiete países diferentes para la realización de la esculturas pero había una condición: que sus obras fueran de escala monumental, el uso del concreto y que fuera abstracta.

En Octubre de 1968 se inauguraron los juegos olímpicos y la ruta de la amistad, el corredor escultórico más largo del mundo.

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