Barack Obama llegará a Cuba el próximo lunes. Será una visita oficial histórica, la primera desde la ruptura de relaciones entre Estados Unidos y Cuba en 1961. La primera de un presidente de Estados Unidos en funciones desde 1928. Lo será porque ahí inicia otra historia de las relaciones entre los dos países, y porque cuenta con el apoyo de la mayoría de los estadounidenses. No deja de llamar la atención que el 54% de los estadounidenses tiene una visión favorable hacia Cuba, según una encuesta de Gallup del mes de febrero.

Un cambio dramático, según recuerda Pew Research Center, ya que en 1996, sólo respondía de manera favorable un 10% de los estadounidenses. El apoyo a Cuba en Estados Unidos se ha renovado, una encuesta de PRC del mes de julio de 2015 arrojaba el resultado de 73% favorable al restablecimiento de relaciones, mientras el 72% apoyaba el fin del embargo. Llama la atención que entre 5 países latinoamericanos, los encuestados en México sean los que aprueban con un menor porcentaje el restablecimiento de las relaciones con Cuba y el fin del embargo, con 54% y 55% respectivamente. Mientras la opinión es favorable con 79% y 77% en Chile y con 78% y 79% en Argentina.

Con el viaje del presidente Obama a Cuba y los encuentros que sostendrá con el presidente Raúl Castro se abre una nueva etapa en las relaciones entre dos países tan cercanos geográficamente y tan lejanos durante casi seis décadas. Eso queda atrás, aunque evidentemente el restablecimiento de relaciones tendrá que avanzar en muchos terrenos sobre la base de los acuerdos diplomáticos y el respeto mutuo. Para América Latina esto representa la reanudación de relaciones entre Cuba y Estados Unidos y cierra lo que fuera la mayor fractura política y económica del continente.

Más sobre Donald Trump y Clinton. Con el triunfo en las primarias de la semana que termina, tanto Trump como Clinton avanzan hacia las candidaturas de los partidos Republicano y Demócrata. Aunque ganó las primarias en Florida, Trump perdió Ohio. De los mil 237 delegados a la Convención que requiere para ser nominado, Trump cuenta con 673, y comienzan las dudas de que logre el número de delegados requerido para ser nominado candidato republicano en la elección presidencial.

Trump tendría que ganar todas las primarias de los estados faltantes con más de 50% de los votos. ¿Qué podría pasar si no llega con los mil 237 delegados? Primero, que en una segunda votación los delegados ya no tendrían que votar por el precandidato que ganó las primarias, podrían votar libremente. Si después de ese voto no hay triunfador, entonces tendría que negociarse quién asume la candidatura. Una Convención negociada sería un escenario muy incierto. Fue en 1948 la última vez que se eligió un candidato en una Convención republicana negociada. Y eso es lo que ha enfurecido a Trump. Además está bajo la presión de una parte cada vez mayor del establishment republicano que rechaza su candidatura.

Trump volvió a mostrar su cara violenta en contra de una posible decisión de negarle la candidatura; afirmó que eso podría terminar generando violencia y caos… “habría disturbios… pasarían cosas malas.” La violencia de los discursos de Trump se traduce ahora en amenazas. Porque, dijo, represento a millones.

En el plano internacional el rechazo a la política de Trump crece. Primero, en México, por parte del presidente Enrique Peña Nieto, del secretario de Gobernación y de otros funcionarios, analistas, medios de comunicación.

La elección de Trump incluso comienza a ser vista como un problema internacional. Y lo es. La Unidad de Inteligencia de la revista The Economist, considera “la posibilidad de que Trump sea presidente de EU” como uno de los diez mayores riesgos a la estabilidad global, por su hostilidad hacia el libre comercio respecto a México y China; por su actitud de extrema derecha en temas como el yihadismo que podrían conducir a riesgos mayores.

Periodista y analista internacional

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