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Desde 1993 Xokonoschtletl Gómora, danzante y activista de la cultura indígena, emprendió una misión que con el paso de los años se ha vuelto imposible: recuperar el penacho de Moctezuma, esa corona “sagrada” que, según él, guarda un símbolo infinito en sus 400 plumas de quetzal y “representa el poder político, económico, social y espiritual”.

“Para mí esto es una misión de tiempo completo, es el motivo de mi ser porque, como mexicano, una de mis obligaciones es hacer que México esté mejor y no puede estar mejor que basándose en los conocimientos ancestrales. México es un caos por donde se le vea porque conocemos casi nada de nuestra cultura y lo que conocemos es erróneo, cuando no se conoce la cultura hay caos, hay destrucción”, dice en entrevista el activista que a lo largo de 15 años ha buscado por sus propios medios rescatar la pieza que resguarda el Weltmuseum (Museo del Mundo) de Viena, antes Museo Etnológico de Viena, desde 1880 y que ahora publica un libro donde hace un recuento de ese periplo.
En busca de un imposible, Gómora hace un recuento de todos los viajes que ha hecho a Austria en busca de la repatriación del Penacho de Moctezuma, las limitaciones monetarias que ha tenido, los problemas con los que se ha enfrentado y las trabas que asegura le ha puesto el gobierno mexicano en aquel país. “Me da vergüenza decir que las autoridades mexicanas no me han apoyado en nada, me han echado a la policía de allá, me desconocen, incluso piden perdón por los problemas que ocasiono en Viena”, asegura el danzante.

Ya desde 2012, un grupo de académicos de México y Austria dio a conocer que, después de un trabajo de investigación y conservación de la pieza, se determinó que las posibilidades de que el Penacho regrese al país son nulas, ya que no puede ser movido por vía aérea, marítima o terrestre, debido a que puede ocasionar daños irreparables a los materiales con los que está hecho por las vibraciones ocasionadas por el movimiento. En ese estudio colaboraron autoridades del Museo Etnológico de Viena, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyos especialistas se encargaron de investigar sobre este artefacto.

No obstante, este activista insiste en que la “corona” debe volver a México y considera que ese estudio fue sólo un “pretexto” para justificar que la pieza no sea devuelta al país. “Si Naciones Unidas hace estudios y demuestra que la corona no puede ser transportada, yo dejo todo lo que he hecho y me regreso a México. Sin embargo, ese es el punto de vista de los austriacos, no el de los mexicanos”, asegura.

Xokonoschtletl Gómora pone en duda los resultados de ese estudio y asegura que cuando el Weltmuseum fue reabierto el 25 de octubre de 2017, “hicieron una fiesta loca porque fueron llamados dentro del museo, a unos pasos de donde está ubicada la corona. Entonces el estudio no es verdadero”, asegura.

Por eso, ahora anuncia una nueva visita a Austria la próxima semana para mantener un diálogo con las autoridades de ese país, como “comisionado” por el Frente Mexicano de Derechos Humanos, creado en 1950 por Benjamín Laureano Luna, cargo que ocupa desde 1993. Asegura que visitaráa representantes de Naciones Unidas en otras ciudades para continuar con las negociaciones sobre el penacho y su regreso a México.

En este nuevo viaje a Europa, el activista y danzante de la cultura indígena irá acompañado de 13 personas por un mes, pues asegura que son ellos mismos quienes costearán el viaje. El dinero, dice, proviene de la venta de libros y artesanías, así como de su labor como guía de turistas en Tabasco.

Según él, el gobierno mexicano no ha apoyado su proyecto y asegura que en 1993 el INAH hizo una petición oficial del Penacho de Moctezuma a Austria, pero fue denegada porque sólo provenía de un instituto y no de una máxima autoridad. En 2006, dice, también hubo la oportunidad, “lo único que pedía el gobierno austriaco era que el presidente de México, el Secretario de Relaciones Exteriores o el Secretario de Cultura, pidieran la corona oficialmente, lo cual nunca sucedió”.

La historia sobre esta búsqueda se puede conocer en su libro En busca de un imposible, que se encuentra en venta por internet a través de la página lulu.com como e-book. Su libro cuenta con 308 páginas que contiene material fotográfico (más de 200 fotografías) que ilustran las distintas ocasiones en las que el danzante ha visitado Austria.

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