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La coincidencia entre los 14 ponentes que se dieron cita durante la Audiencia Pública de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro convocada por la Comisión de Cultura en el Senado , que encabeza Gerardo Sánchez, fue unánime: ya no se debe discutir la pertinencia del precio único a los libros, porque es una necesidad que ya está prevista en la ley; lo urgente es establecer medidas para acabar con precios inflados, descuentos desleales de las grandes cadenas y plataformas de comercio digital ; incrementar la red de librerías y bibliotecas; y reforzar los mecanismos legales y fiscales para el fomento del libro, entre otros.

Durante el encuentro convocado por la Comisión de Cultura del Senado , que reunió a editores, libreros, autores, promotores e instituciones que trabajan en el fomento del libro y la lectura, entre ellos Marcelo Uribe, Alberto Ruy Sánchez, Marina Núñez Bespalova, Carlos Anaya Rosique, Rodrigo Pérez Porrúa, Gerardo Jaramillo, Jorge Von Ziegler, Edgar Rodríguez Rubich, Joaquín Diez Canedo, Miguel Ángel Porrúa y Carlos Lara, entre otros, se escucharon argumentos a favor de reformar, adicionar y modificar algunos artículos de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro .

La propuesta de escuchar a los distintos actores relacionados con la cadena del libro tiene como finalidad formular un predictamen de una Iniciativa para reformar dicha ley del libro, a partir de la dictaminación que hagan de las siete iniciativas que entre 2015 y 2017 han llegado a la Comisión de Cultura del Senado de la República . A esa lista se sumará una reciente iniciativa presentada por un grupo de senadoras liderada por Hilda Flores, que turnaron erroneamente a la Comisión de Educación.

Tras esta audiencia pública, la Comisión de Cultura convocará a mesas técnicas donde se seguirán discutiendo las reformas propuestas en las siete iniciativas que tienen en su poder, y de allí plantearán el dictamen de iniciativa de reforma a la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro , que pretenden tener listo en febrero de 2018.

En la Audiencia Pública, Alberto Ruy Sánchez cuestionó el Régimen de Precios Inflados que rige en México, una estrategia de aumentar hasta en un 300% los precios para simular falsos descuentos de hasta 50%. “La Ley del Libro con su precio único no está en contra de los precios bajos, no está en contra de los descuentos, sino en contra de los descuentos inflados por la inercia viciosa de la industria”. Y llamó a dejar de perder el tiempo discutiendo iniciativas que sólo son nuevas trabas y emplearlo es discutir las estrategias para convertir a México en la economía editorial más grande del mundo de habla hispana.

En el mismo tenor fue el llamado del editor Miguel Ángel Porrúa, quien exigió a los editores a no ser incongruentes, pues dijo que ellos mismos son los que violan el precio único, pues dan precios más bajos a las grandes cadenas de librerías y precios más altos a los pequeños espacios.

Otro de los temas importantes fue la exigencia de tener un precio único para libros impresos y libros electrónicos . Marina Núñez Bespalova, directora de Publicaciones de la Secretaría de Cultura, dijo que estar en contra de las plataformas electrónicas sería una necedad, ya que representan un acceso valioso y adicional al libro “sin embargo, todas, sin excepción, deben acatar la normatividad del país en el que se establecen porque comienzan a formar parte del mercado editorial nacional”, señaló al cuestionar plataformas tan abrumadoras como Amazon.

Edgar Rodríguez Rubich, de la Asociación de Internet.mx , aseguró que poner precio único permanente a los libros electrónicos tendría efectos negativos para los lectores. “Las nuevas tecnologías son una herramienta fundamental de acceso a información y deben ser vistas como un medio para alcanzar los objetivos de la Ley de Fomento para la Lectura y el Libro , medidas que resulten en precios más altos para los lectores, al obstaculizar artificialmente posibilidades de acceso a libros más baratos, parecerían contravenir el espíritu mismo de la ley”.

Por su parte, Carlos Anaya Rosique, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana reiteró la urgencia de incentivar la creación de una red de librerías más fortalecidas y con mejores condiciones fiscales. “No es una con una política de descuentos como se incentiva la lectura ni con el comercio del libro. Se requiere, como prioridad, de políticas públicas que a la vez que incentivan la lectura y el desarrollo de habilidades lectoras, propicia el desarrollo de una industria editorial fuerte, de amplia bibliodiversidad y que cuente con puntos de comercialización”.

jpe

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