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“Todas las denuncias son actos de heroísmo. En México ha sido difícil que mujeres violadas o maltratadas vayan a denunciar”, afirmó la escritora y periodista Elena Poniatowska al reconocer el valor de las mujeres que denuncian un abuso sexual.

Ayer, durante la entrega del premio Clementina Díaz y de Ovando, en el Museo de la Mujer, que le fue otorgado a Poniatowska por su militancia feminista y defensa de las mujeres, la autora de Hasta no verte Jesús mío señaló que la denuncia puede volverse una burla para la propia mujer.

En compañía de Mirella Feingold Steiner, Glenda Hecksher Ramsden y Estela Morales, integrantes de la Federación Mexicana de Universitarias (FEMU), Poniatowska dijo que “a cualquier mexicana le cuesta un trabajo tremendo porque, en general, se vuelve objeto de risión”.

La ganadora del Premio Cervantes de Literatura en 2013 mencionó el reciente caso de abuso sexual del ex médico de las gimnastas olímpicas de Estados Unidos, Larry Nassar, quien abusó de más de 150 jóvenes, varias de ellas menores de edad.

“Las niñas que denunciaron han sido muy valientes, les ha costado un trabajo denunciar esto”, señaló Poniatowska, y agregó que “las muchachitas se vencieron a sí mismas, vencieron su miedo y tristeza para denunciar lo que les había sucedido”.

En la ceremonia, la escritora criticó las declaraciones de la francesa Catherine Deneuve, quien minimizó el movimiento #MeToo, conformado por mujeres que rompieron el silencio al ser víctimas de acoso sexual. La periodista reiteró que la denuncia no es fácil, ya que “cuesta un trabajo tremendo para las mujeres decirlo”.

Al manifestar su opinión acerca de las candidatas independientes Margarita Zavala y María de Jesús Patricia, Elena Poniatowska mencionó el aumento de la participación de las mujeres en la política.

“La presencia de las mujeres está ganando terreno y cada vez se habla más de ellas. Ojalá que en 2024 haya todavía más candidatas mujeres”, indicó Poniatowska luego de contrastar la poca importancia que se le dio en su tiempo a la candidatura de Rosario Ibarra de Piedra.

En su discurso de recepción del premio, la periodista compartió anécdotas con Clementina Díaz y de Ovando y Rosario Castellanos.

La también activista exhortó a no olvidar la labor de las mujeres y exigió su igualdad.

“Olvidamos que las mujeres han sido punta de flecha tanto en la cultura como en la ciencia. Por eso sería bueno recordar ahora que es urgente darles a las jóvenes las mismas oportunidades que a los hombres”.

En su tradicional el estilo, Poniatowska dijo desconocer el término de feminazi; pero aclaró que no le gustan “las marimachas ni las que cachetean a los demás”.

Mirella Feingold Steiner, presidenta del FEMU, que instituyó el premio Clementina Díaz y de Ovando en 2010 cuando le fue concedido a Ifigenia Martínez, dijo que este año se le otorgó a Elena Poniatowska por “su rica y extensa obra profesional y actividad ciudadana, que la ha distinguido como una defensora de los derechos humanos y los derechos de la mujer. En especial, el papel y la situación de la mujer mexicana”.

Por su parte, Glenda Hecksher, autora de la escultura que se otorga a las galardonadas con el premio Clementina Díaz y de Ovando, describió que su obra está basada en el símbolo femenino y tiene dos significados: el primero, de una mujer que va en pos de sus ideales y extiende sus brazos hacia ellos; y el segundo, de una que los ha alcanzado y que los abraza.

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