Las palabras al viento de Suárez del Real

El virtual secretario de Cultura de la Ciudad de México, Alfonso Suárez del Real, dijo en una entrevista al periódico Excélsior que tenía claro que “unas cenizas”, es decir, las de Octavio Paz, se habían colocado “momentáneamente en el mismo nicho que ocupan las cenizas de Marie-Jose en el Mausoleo de Gayosso, en Félix Cuevas”. ¡Así dijo! Nos lanzamos a la funeraria en donde están los restos de la esposa de poeta, que por cierto no es la que está en colonia Del Valle, a corroborar la información. Y no, afortunadamente nadie cometió la barbaridad de robarse la urna del Premio Nobel de Literatura. Sí, robar, eso es lo que haría quien se atreva a sacar una sola cosa de cualquiera de las casas de la pareja mientras haya un proceso intestamentario. La urna de la viuda del escritor continúa en el nicho tal y como se depositó el día siguiente de su fallecimiento. ¿Quién asesora a Del Real?, ¿quién está mal informando al próximo secretario? Que alguien le dé detalles de todo el proceso. Urge.

Una terna de sucesores para Canal 22

Nos cuentan que en Canal 22 el radiopasillo está a todo lo que da porque ya se barajan nombres para el puesto de director en la próxima administración. La terna, nos dicen, está compuesta por el actual titular de TVUNAM, Armando Casas; la periodista Jacaranda Correa, una de las figuras importantes de la televisora; y Guadalupe Alonso, actual directora de Noticias del 22. Los dos primeros son vistos con buenos ojos por los trabajadores del canal porque, suponen, conocen el trajín y la responsabilidad que implica el cargo. Pero la tercera opción está generando una gran división porque hay detractores que no están de acuerdo con su gestión. Además todavía no está olvidado el episodio 19 de septiembre, cuando, en plena emergencia por el sismo, la periodista se fue de vacaciones.

Solidaridad con la familia de José Agustín

Agustín Ramírez decidió abrir un blog y su primera entrada es un relato estremecedor sobre su padre, el escritor José Agustín. En 2009, el autor de La tumba se cayó en un teatro, a una altura de dos metros, y desde entonces ha tenido que luchar contra los estragos de ese accidente. La batalla, cuenta Tino, no ha sido fácil. Hay días, escribe, en los que parece que José Agustín “no tiene nada”, pero hay otros en los que se nota su “decadencia inexorable”. En esta bitácora digital es posible asomarnos a la intimidad del escritor, leer un retrato amoroso y adolorido de un hijo hacia su padre. Van nuestros mejores deseos para la familia.

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