A través de la antología general El infinito naufragio (Hotel de las Letras, Océano), Laura Emilia Pacheco propone un panorama selectivo de la rica obra literaria de su padre, José Emilio Pacheco; lo hace mediante una selección que corre a partir de tres caudales literarios: Poemas, Relatos e Inventarios, que en conjunto dan una mirada general a su obra literaria pero sobre todo confirman la vigencia de su pensamiento.

“Hay una vigencia que asusta: la capacidad del hombre de destruir y de destruirse, aunque siempre está la contraparte de que a lo mejor algo a lo que no le damos la importancia es lo que nos va a salvar”, asegura Laura Emilia Pacheco de la antología donde tuvo a su cargo la selección y el prólogo de esta edición de 430 páginas que incluye poemas de “Alta traición”, “Los elementos de la noche”, “No me preguntes como pasa el tiempo” e “Irás y no volverás”; relatos de La sangre de Medusa, El principio del placer y Viento distante; así como algunos de los textos de su columna Inventario.

“Yo lo que veo es que ha sido erroneámente catalogado como autor de una obra de la nostalgia; no es una obra de la nostalgia, es una obra de la memoria, y eso es muy diferente, y entonces al ahondar en los temas que nos han ocupado siempre: la muerte, el amor, el desamor, su obra no tiene caducidad, yo creo que un joven que lo lea hoy va a poder encontrar mucho de sí mismo, de los demás y del mundo que nos rodea”, afirma Laura Emilia.

La editora y escritora asegura que en su momento la obra de José Emilio Pacheco fue muy señalada por ser una obra apocalíptica, debido a su naturaleza; o una obra pesimista en cuanto a la violencia. “Hoy, al terminar la década de este nuevo milenio, estamos viviendo el momento de más violencia que hemos tenido en muchísimo tiempo”.

Su intención al hacer esta selección, que dice, no fue fácil, “por la bastedad de la obra y porque mi papá reescribía mucho”, y que llevó casi dos años, fue enfrentarse como lectora y editora a muchas versiones, “la sección de poesía quizás fue la más difícil, pero mi intención era hacer una aproximación para un primer lector que se acercara a esta obra o para un lector que ya estuviera habituado con la obra pero que pudiera llevarse como una especie de arcón a su casa para leer; desde luego fue una selección difícil y al final acabas poniendo lo que te gusta pero también lo que piensas que pueda ser mas atractivo para un público primerizo y pensé sobre todo en un público primerizo”, afirma.

Desde el principio, su propuesta fue antologar la obra de José Emilio Pacheco a partir de tres ejes muy sencillos, que son los textos narrativos, la poesía y los inventarios. Y puesto así, lo más complicado fue la poesía, “porque yo no soy académica ni pretendo serlo, al haber en algunos poemas tantas versiones opté por irme al poema inicial, a la primera edición y ya si alguien quiere buscar, tiene curiosidad o quiere estudiar, puede buscar sucesivas versiones en otras ediciones; toda la obra de mi padre está editada por su casa editorial de toda la vida que es Ediciones Era y ahí están todos los libros”, señala Pacheco.

Laura Emilia asegura que le dio mucho gusto leerlo para hacer la selección de esta antología, sintió que era una conversación con él, “lo siento muy cerca en ese sentido, y la mejor manera de sentirme acompañada por él es leyéndolo porque él está ahí. Me pasó una cosa muy curiosa, leí algunas cosas e inmediatamente pensé: ‘cómo no le pregunté esto, cómo no le hablé de esto otro, cómo no le pedí que me explicara esto’, pero yo no podía mantener una relación académica con mi padre; era un padre con una vida cotidiana y con los avatares de la vida cotidiana; ahora digo que las respuestas están en su obra y tendré que encontrarlas yo misma”.

En El infinito naufragio no están Las batallas en el desierto porque era demasiado extenso y no era la intención de la antología.

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