Es la medianoche de un sábado en la calle Donceles de la Ciudad de México. En el número 58, se levanta lo que fue el popular bar llamado UTA, nacido en 1996, y que fue de los primeros hogares underground de la capital. Hoy, un renovado espacio llamado Donceles 58 tomó su lugar, sin perder la esencia de la contracultura, la noche, el rock y la música.

Afuera, la melodía de una conocida canción resuena: “Boys Don’t Cry“, de la banda inglesa The Cure, figura clave del rock de los 80 y creadores de una de las sub-ramas más reconocidas del rock: el post-punk, que abraza en su composición una palabra para definirse y existir hoy: el gótico.

¿Qué es lo gótico? Puede que una amplia respuesta incluya un movimiento anterior al Renacimiento, en el siglo XVIII, o un estilo de arquitectura que se encuentra en diferentes partes del mundo, o incluso un género literario de terror o misterio. Sin embargo, para los fines que nos competen, el gótico a finales de los 70 se consolidó como una subcultura inspirada en la estética y la filosofía gótica, pero que se relaciona con el arte, la moda y la música.

El cantante Robert Smith (en primer plano) y el baterista Lol Tolhurst (al fondo) en los primeros años de The Cure. Crédito: Facebook de Lol Tolhurst.
El cantante Robert Smith (en primer plano) y el baterista Lol Tolhurst (al fondo) en los primeros años de The Cure. Crédito: Facebook de Lol Tolhurst.

Es en este último rubro donde The Cure abrió el camino para distintas bandas que todavía hoy representan el rock gótico, como Molchat Doma, de Rusia; She Past Away, de Turquía; y Boy Harsher, de Estados Unidos.

Y no olvidar los clásicos que han atravesado décadas con la bandera del post punk y el gótico como lema de vida, hablamos de algunas bandas como Joy División (más tarde, New Order), Siouxsie And The Banshees, Bauhaus y Depeche Mode, entre otras.

La historia del gótico, hasta aquí, parece limitarse al tejido de una serie de bandas independientes que alcanzaron el éxito, luego despegaron y alcanzaron la fama mundial. Sin embargo, toda historia tiene un trasfondo y este caso no es la excepción.

El antes y el después de la explosión gótica, así como la enredada espiral que explica que una banda como The Cure alcanzara la fama y conectara con amplios públicos, se analizan en el libro Gótico. Una historia (2023, NeoPerson Sounds) de la autoría del fundador y ex baterista de The Cure, Laurence (Lol) Tolhurst (1959), quien recientemente visitó México para hablar de su obra en la décima edición del Hay Festival Querétaro.

En la obra, Tolhurst nos cuenta la historia de The Cure y las bandas que influenciaron su crecimiento, así como las influencias artísticas y literarias de la subcultura gótica, todo desde su perspectiva, por lo que el músico señaló en más de una ocasión que el libro no es totalmente la historia del movimiento, sino las reflexiones y recuerdos contados por un gótico.

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Pese al calor y las tormentas que caracterizaron la visita de Tolhurst a tierras queretanas a inicios de septiembre, la fiebre por el legado The Cure no cesó. En el hotel Real Alameda Querétaro, algunos fans de la banda se escurrieron por los pasillos y alcanzaron a Tolhurst previo a su participación en el Festival.

Vinilos, posters, libros, playeras, todo un mundo dedicado a los sonidos de esta banda, esperan ser firmados. Afuera del área de prensa, los fans alcanzan al músico, quien amablemente firma algunos objetos y no duda en saludar.

Ya sea en Ciudad de México, Querétaro, Londres o la ciudad natal de The Cure, Creawley, se comparte un sentimiento sobre tomar lo gótico como refugio, un modo de vida que perdura y que el propio Tolhrust explica en entrevista.

¿Por qué cree que The Cure perdura tanto? Cada fin de semana recurro a bares y foros y cada vez se escuchan las canciones clásicas de la banda, como “A forest”, “Just like heaven” o “The end of the world”, y todos las cantan con el corazón. ¿Será algo de la gente borracha que frecuenta los batcaves?, le pregunto.

"(Ríe de inmediato). Es verdad, muchos de nosotros somos así. Es que está en todos lados. Yo vivo en Los Ángeles, y mi esposa diseña joyas y todas esas cosas, y ella va a diferentes lugares y eventos, y muchos de estos eventos presentan a bandas muy jóvenes, tal vez adolescentes, que van a competencias, y sé que tocan "Just like heaven”, cada una de ellas toca esa canción, y es genial, porque (ese sentimiento) está en todas partes, porque transmite lo mismo a la gente, y creo que es muy bueno cantar borracho”, responde.

En Gótico, Tolhurst hace una línea directa con el movimiento punk de los 70, de mano de bandas como Sex Pistols, The Clash y The Ramones que fueron, en parte, quienes inspiraron a su compañero de banda y vocal del grupo, Robert Smith, a crear The Cure y la tríada de álbumes góticos que es legado de la banda: Seventeen Seconds, Faith y Pornography.

¿Cómo nació el rock gótico?

Bueno, creo que fue el punk, ese fue el gran catalizador para ello, pero también hubo otras formas de arte que lo acompañaron, porque, ya sabes, el punk era muy monotemático, tenía esa tendencia a desechar todo, pero el gótico recuperó muchas cosas. Y es que antes de que el punk despegara, mucha gente solía decir ‘nunca escuché nada de esto’, pero sí, lo hicieron, solo que decidieron no desecharlo todo, entonces, en ese proceso, nosotros decidimos encontrar algo de todo eso, recuperar algo, esa es la evolución del gótico, viene del presente y del pasado.

En la tríada gótica de The Cure se observa una evolución hacia sonidos más depresivos conforme avanzan los álbumes. Éxitos como "A forest" (de Seventeen Seconds) dejan ver las atmósferas oscuras, letras nihilistas y existencialistas. El segundo nivel de este momento, Faith, tuvo como punto de partida conversaciones entre Smith y Tolhurst sobre la muerte de familiares cercanos, que más tarde se materializaron en canciones como “Primary” y “The funeral party”.

Pornography finaliza la trilogía gótica con poderosos riffs de guitarra y desoladoras letras que abordan la muerte, las drogas, la violencia y la crisis moral. “Ella se esfuerza por alejarse del dolor y la horrible sensación de una niña de cabello oscuro, mientras espera el sábado y la muerte de su padre la oprime”, es uno de los versos de “One hundred years”, tal vez la canción que representa toda la esencia de este disco.

No debe perderse de vista el contexto histórico y social del nacimiento de The Cure, en una Inglaterra que atravesaba una recesión que llevó al país a una crisis economica. De esa furia nació el punk, y posteriormente el cuestionamiento sobre la existencia humana que se reflejó en el movimiento gótico.

¿La recesión económica de los 70 y 80 tuvo influencia en la identidad de The Cure? ¿Parte de esa crisis social se exploró en los temas de la tríada gótica?

Sí, absolutamente sí. Porque, sabes, en ese momento nos dieron una o dos alternativas, nada más. Una era irse a trabajar en algo que te dejara sin aliento, o convertirse en un futbolista exitoso, Robert era bastante bueno en esto último, pero luego dejo de serlo. Y la otra y única opción que vimos fue formar una banda. Así que desde los 16 hasta los 19, tres veces por semana simplemente ensayábamos y tocábamos, no tuvimos ninguna presentación en casi tres años. Sobre este tema estoy escribiendo un nuevo libro, pero puedo decir que (The Cure) nos salvó de ser destruidos.

En su libro, Tolhurst menciona algunas referencias literarias que lo inspiraron en aquella Inglaterra gris azotada por la recesión económica, como La náusea, de Jean Paul Sartre; El extranjero, de Albert Camus; y La campana de cristal, de Sylvia Plath.

¿Cómo desarrollas la parte literaria y poética en Gótico?

Claro, mi hijo tiene una maestría en poesía, así que le dije ‘tienes que venir a trabajar conmigo para el libro, quiero que investigues un poco, ya pagué tu universidad, es hora de retribuir a este anciano’, entonces lo hizo, pero muchas cosas que teníamos en común mientras crecíamos eran los temas literarios sobre los que escribí en el libro, porque esos temas fueron los que me afectaron a su edad, por eso compartimos algunas cosas. Claro que también tiene cosas distintas, pero volviendo a The Cure, esa literatura la amábamos, Robert siempre leía, Michael (Dempsey), el bajista, también leía, teníamos muchas influencias literarias porque hablamos sobre el mismo tema, y tuvimos una manera mucho más sofisticada y moderna de trasladar toda esa influencia poética.

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En el bar Donceles 58, otros clásicos del rock gótico y del post punk suenan y envuelven a los asistentes en una atmósfera de melodías, letras existencialistas y baile. Es común escuchar clásicos de New Order, como “Blue monday” o “Bizarre love triangle”, o de David Bowie, como “Starman” o “Space Oditty”. De alguna forma, explica Tolhurst, estas bandas y cantantes están hermanados por ser del mismo género y país, pero hay diferencias.

¿Se pueden establecer diferencias entre The Cure y otros de sus contemporáneos como Joy Division, Bauhaus o Billy Idol?

Sí, tiene que ver principalmente con la ubicación. The Cure nació al sur de Londres, los de Bauhaus son de Midlands, conozco bien a su bajista, David J, por lo que puedo decir que somos parte de lo mismo, pero con diferente sabor, y también claro que está la ciudad de Manchester, donde otros estuvieron haciendo cosas parecidas, como David Bowie, que también estuvo ahí a su modo.

¿Cómo definirías tu libro?

Creo que en el libro no se ofrece la historia total del gótico, sino es la historia de un gótico, que soy yo. El libro ofrece la historia de las bandas que estuvieron mientras The Cure evolucionó y de dónde surgió la música, de donde vino, es un tema del que la gente no sabe mucho, y por eso tuve el deseo de explicarlo.

Cerca de Donceles 58, en la calle República de Cuba, los antros que tocan las canciones de moda lucen sumamente llenos, con géneros que oscilan desde el reggaetón, corridos tumbados, algunos éxitos del pop comercial en diferentes idiomas, y otros géneros más regionales como bachata, merengue y banda. En medio de todo ese conglomerado de espacios resiste un lugar llamado Un Buen Tiempo, que insiste en mantener la música rock y gótica en su principal selección. Si bien el lugar no tiene clientela en exceso, tiene visitantes frecuentes que lo han convertido en un refugio nocturno.

¿Cree que el gótico está muriendo?

A lo largo de la historia, la música ha muerto muchas veces, pero eso es lo bello, toda la música puede renacer, en todos lados, en el mundo, hay alguien haciendo algo interesante. Lo importante es mantener la mente abierta para poder escuchar nuevas propuestas musicales. Tengo muchos amigos de mi edad que me dicen que ya no hay buena música, que lo actual no es bueno, entonces lo que hago es preguntarle a mi hijo de 33 años qué es lo que puedo escuchar, con eso puedo abrir la mente, conocer nuevas propuestas.

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