El lunes le contamos que en los últimos días, en han despedido a al menos 15 personas y que la lista crecerá. Pues hay más: los despidos no son sólo de este año, vienen desde 2018 y a la fecha suman cerca de 150, de ellos unos 120 han sido entre 2019 y lo que va del 22. Un montón de despidos inadvertidos en la pandemia. Lo cierto es que unas 100 plazas se han restituido, pero con personal que gana menos que sus antecesores y con menos trayectoria. De algún lado se tenía que cumplir con la Austeridad Republicana, ¿no? Lo que no dijeron es que esos ahorros impactan en decenas de familias y también se crean pasivos laborales. Y es que, a la fecha, hay cerca de 30 demandas que suman ya casi 40 millones de pesos en pasivos; algunas demandas datan de años atrás, pero en la 4T aumentaron por mucho. Total que muchos más siguen remojando las barbas con gran pesar al ver la salida injustificada de tantos compañeros en nombre del Movimiento que llevará la prosperidad a la vida de la República, desde Palenque hasta Houston... (ejem). Por cierto, también nos contaron que mientras el Presidente “pausaba” su relación con España, el director del canal, Armando Casas, hacía maletas para ir a Madrid a un foro audivisual. Ya nos contará de su viaje a esa tierra de conquistadores mala onda.

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Caminos separados en el fomento a la lectura

Los puentes en materia de fomento la lectura y el libro entre los editores y libreros del país con el gobierno más que tenderse parecen separarse. Mientras los editores en su reciente boletín informativo aseguran que “sin políticas y estrategias que alienten la lectura, la industria editorial no tendría sentido”, y reiteran que una de las razones principales de ser de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana es “acompañar las estrategias que origina el gobierno federal para el fomento de la lectura” y llaman a reforzar la cadena de librerías, el gobierno ni siquiera los convida a sus “apuestas” de promover la lectura con tendidos de libros y con Fandangos por la Lectura, que son festivales de pueblo organizados por la Estrategia Nacional de Lectura con Beatriz Gutiérrez Müller a la cabeza, eventos “con un discurso democrático y con conciencia social”, como apenas los definió la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. En la lectura ni juntos ni revueltos.

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