Sin duda que hay partidos que en los análisis previos parecen más difíciles; después, vienen las complicaciones por el desorden y algunos movimientos que no funcionan. Qué decepción fue para México dejar vivir a un muerto, cuando tenía todo para darle el golpe final.

Porque el equipo de Juan Carlos Osorio había hecho un buen primer tiempo, en el que se fue ganando, al aprovechar que salió con personalidad, con seriedad y mostrando carácter. La euforia tica, más de 40 mil aficionados, que desde el sábado esperaban la clasificación matemática a la Copa del Mundo, sufría un duro garrotazo. No cabe duda que se trata de un futbol que cuando más se espera de ellos en la eliminatoria, más decepcionan y aunque rescataron el empate y es muy complicado que pueda quedar fuera del Mundial, tampoco son una maravilla. Allá ellos, será problema de los análisis de los periodistas de este país, que dicho sea de paso, sacan todo su entusiasmo porril en el palco de prensa.

Es patético entablar una plática con un miembro de la federación costarricense, del departamento de prensa, de nombre Raúl Chinchilla, quien prohíbe a los periodistas mexicanos tomar fotos, grabar un video, pero a sus compatriotas, les solapa absolutamente todo.

Una federación que ha trabajado para limpiar el nombre del ex presidente Eduardo Lee, quien terminó en la cárcel, debería tener funcionarios más profesionales y no este tipo de patanes.

Osorio tendrá ahora la responsabilidad de ganar cinco de los seis puntos para tener el récord de todos los tiempos en hexagonales finales, con la gran duda que representa jugar en la cancha del Alfonso Lastras, negocio millonario de la federación porque el gobierno potosino compró ese partido, pero que deja dudas en cuanto a la situación deportiva a vivirse ahí. Nunca será lo mismo jugar en el Azteca, sobre todo contra caribeños, que fuera de la verdadera casa de la Selección.

Un hexagonal positivo, en el que en Columbus encontraron un clima distinto a los partidos históricamente perdidos. Contra una selección de Estados Unidos deprimida por el pésimo manejo de Jürgen Klinsmann; una visita en Trinidad y Tobago en la que ni el calor apareció en la isla; un ambiente sin hostilidad de Panamá; todas las condiciones en este hexagonal han sido aprovechadas, con todo y lo sucedido ayer en San José, lo que alimenta las ya de por sí persistentes dudas sobre el manejo del equipo y las famosas rotaciones, ahora rimbombantemente llamadas “alternativas tácticas”. Y ese es el gran pendiente de Osorio.

@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx

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