En un estudio de comparación directa, han encontrado prueba adicional de que un método más nuevo para calcular la cantidad del llamado "colesterol malo" en la sangre es más exacto que los métodos anteriores en las personas que no ayunaron antes de la extracción de sangre. Los resultados del estudio, publicados en la edición impresa del 2 de enero de , indican que el ayuno de rutina previo a las pruebas de colesterol podría eliminarse en la mayoría de los casos, haciendo esta detección sistemática mucho más conveniente.

El método más nuevo para calcular el colesterol de las LDL, o lipoproteínas de baja densidad , fue descubierto por el Dr. Seth Martin y sus colegas de Johns Hopkins en 2013. Otros investigadores dentro y fuera de los Estados Unidos han confirmado que tiene mayor exactitud y el nuevo método ha sido adoptado por al menos una de las grandes compañías diagnósticas estadounidenses este año.

“Aunque el nuevo método para calcular el nivel de las LDL es un poco más complejo, la ventaja es que puede aplicarse usando información que ya ha sido recolectada en la muestra de sangre para analizar el perfil lipídico estándar y automatizarse en el sistema computarizado del laboratorio para proporcionar un resultado más exacto", indica el Dr. Martin, codirector del Centro Avanzado de Trastornos de los Lípidos y profesor adjunto de medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins . "Como las muestras sin ayuno previo ahora son exactas, eso les resulta más conveniente a los pacientes porque pueden venir en cualquier momento y no necesitan regresar a una segunda cita si no vienen en ayunas."

Para los fines del estudio, los investigadores compararon la exactitud del nuevo método de cálculo de LDL y del método de Friedewald, que data de fines de los años 70, en pacientes que ayunaron y que no ayunaron.

El Dr. Martin y sus colegas demostraron en 2013 que el método de Friedewald subestimaba los niveles de colesterol de las LDL, especialmente en personas con triglicéridos elevados . Los triglicéridos son ácidos grasos que tienden a elevarse en las personas obesas y diabéticas, y generalmente aumentan después de ingerir alimentos. El método de Friedewald se diseñó a partir de muestras de sangre en ayunas y ese ha seguido siendo un requisito para el cálculo.

El método de Friedewald

calcula el colesterol de las LDL usando la siguiente fórmula: colesterol total menos lipoproteínas de alta densidad (HDL) ¾es decir el "colesterol bueno" ¾ menos triglicéridos divididos entre 5. Esta ecuación, señalan los investigadores, aplica un factor uniforme de 5 a todos por igual, sin tomar en cuenta las variaciones entre un individuo y otro. Partiendo de la misma información para el cálculo que el método de Friedewald, el método más nuevo utiliza una tabla de 180 diferentes factores creada por médicos de Johns Hopkins para calcular con mayor exactitud el colesterol de las LDL e individualizar los resultados. La fórmula de esta ecuación es: colesterol total menos colesterol de las HDL menos triglicéridos divididos entre un valor específico de la tabla. La nueva prueba no tarda más tiempo en proporcionar resultados a los médicos y pacientes, y su administración tiene el mismo costo.

Los médicos realizaron la comparación utilizando datos ya disponibles en un repositorio clínico a cargo de especialistas en lipidemia de la Universidad Johns Hopkins. Específicamente, se basaron en información sobre 1.545.634 participantes estadounidenses en The Very Large Database of Lipids, la gran base de datos sobre lípidos creada y mantenida por Johns Hopkins, 959.153 de ellos ayunaron de 10 a 12 horas antes de extraerles sangre para la prueba de colesterol y 586.481 de ellos no lo hicieron. Se le tomaron muestras de sangre a cada persona y el laboratorio usó ultracentrifugación para medir directamente el colesterol total, HDL, LDL y otros componentes del colesterol. El mismo laboratorio midió los triglicéridos utilizando análisis estandarizados. En general, casi la mitad de los participantes eran mujeres; la edad promedio de los participantes era 55 años. Los participantes fueron remitidos por sus médicos para hacerse pruebas para medir los lípidos o el colesterol.

El equipo se enfocó en los niveles de LDL de las personas que tenían menos de 70 miligramos por decilitro porque, según las guías profesionales, quienes tienen niveles de LDL superiores a esa cifra se consideran en alto riesgo de sufrir problemas cardiovasculares y necesitan cambiar sus hábitos de vida y ser tratados con medicamentos.

Seguidamente, los investigadores compararon los resultados en ayunas y sin ayunar aplicando el método de Friedewald y el nuevo método de cálculo con el valor real de colesterol de las LDL a fin de determinar cuál era más exacto. En las pruebas de laboratorio tradicionales, el colesterol de los pacientes se aproxima en lugar de medirse porque la medida directa utilizando la ultracentrifugación no es rentable en términos de tiempo ni de costo—a pesar de que este método permite obtener la medida más exacta. Existen otros métodos para medir en forma directa, pero ni su exactitud ni su variabilidad son predecibles.

En el análisis final de 127.741 participantes con LDL inferior a 70 miligramos por decilitro, la exactitud en las muestras sin ayunar fue de 92 por ciento con el nuevo método de cálculo, en contraste con el 71 por ciento usando el método de Friedewald cuando ambos se compararon con el valor real del LDL.

Aproximadamente el 30% de los participantes que no ayunaron tenía medidas de colesterol con más de 10 miligramos por decilitro de inexactitud utilizando el método de Friedewald; en contraste con solo el 3 por ciento de error respecto al valor real cuando se usaba el nuevo método.

Los investigadores informan que la exactitud global de los cálculos del LDL decreció a medida que los niveles de triglicéridos incrementaron, en particular al aplicar el método de Friedewald. Por ejemplo, en 6.168 participantes que no ayunaron y tenían triglicéridos elevados entre 200 y 399 miligramos por decilitro, la exactitud del cálculo entre las personas con LDL inferior a 70 fue 82 por ciento con el nuevo método, comparado con 37 por ciento utilizando el método de Friedewald.

Independientemente del método que se usara, siempre se había demostrado que ayunar era más exacto que no ayunar cuando se analizaban los niveles de colesterol de las LDL. Sin embargo, los investigadores dicen que las diferencias con el nuevo método probablemente no hayan sido clínicamente significativas en la gran mayoría de los casos.

Aunque el nuevo método para calcular el colesterol no sufre de demasiado margen de error a raíz de la falta de ayuno, los científicos señalan que el ayuno puede aún ser importante para ciertos pacientes: aquellos en alto riesgo de tener enfermedades cardiovasculares cuyo tratamiento podría cambiar debido a una pequeña inexactitud en el cálculo del colesterol de las LDL, aquellos con un trastorno de los triglicéridos o aquellos que necesitan estar en ayunas para otro tipo de pruebas como la de la glucemia (azúcar en la sangre).

“Algunos pacientes pueden presentar grandes cambios en los triglicéridos después de ingerir alimentos, y es por eso que el antiguo método de Friedewald es menos exacto en estas personas, precisamente porque no toma en cuenta este aspecto y exacerba el problema de la subestimación de los niveles de LDL”, indica el Dr. Vasanth Sathiyakumar, residente de último año de Johns Hopkins. “Uno de los puntos fuertes de nuestro análisis es que no examinamos las respuestas promedio sino más bien los niveles individuales de cada participante usando 180 factores diferentes, lo que nos permite llegar a un cálculo más exacto.”

Como el estudio examinó datos provenientes de la base de datos de un laboratorio clínico, los médicos no pudieron tomar en cuenta características clínicas detalladas como si los pacientes tomaban estatinas para reducir el colesterol y qué efecto tenía eso en los resultados de las muestras en ayunas o sin ayunar.

“Gracias a nuestra investigación, los médicos y pacientes puede tomar mejores decisiones puesto que disponen de resultados más precisos cuando utilizan nuestro método de cálculo del colesterol sin estar en ayunas”, afirma el Dr. Martin. “Los médicos que todavía usan el método de Friedewald deben tener más cautela al interpretar los resultados, pero mientras tanto pueden utilizar nuestra app para teléfonos inteligentes (iTunes y Google Play) hasta el momento en que su laboratorio haga la transición.”

Entre otros autores del estudio figuran Jihwan Park, Asieh Golozar, Mariana Lazo, Renato Quispe, Eliseo Guallar, Roger Blumenthal y Steven Jones de Johns Hopkins.

jpe

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