La celebración de México por la firma del acuerdo modificatorio al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá ( T-MEC ) que comenzó el martes 10 de diciembre, se terminó el viernes 13, es decir tres días después cuando el negociador mexicano, Jesús Seade, dijo que se habían incluido en la legislación de implementación condiciones que no se platicaron con él.

Ello porque el pasado viernes 13 de diciembre, la Casa Blanca envió un el texto de implementación, el HR 54-30, en el que establece que habrá cinco enviados de Estados Unidos que trabajarán en la embajada del gobierno estadounidense en México y que se encargarán de ver que se cumpla con los acuerdos laborales.

Además de que se establece claramente que podrá haber aranceles contra productos mexicanos; por un incumplimiento laboral se podría cancelar el comercio con la empresa exportadora; habrá una línea telefónica para que los mexicanos presenten su queja por negación de derechos sindicales o contrato colectivo a la autoridad estadounidense entre otras cosas.

Tras conocerse el documento, el sábado 14 de diciembre, el subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Jesús Seade, envió una carta de extrañamiento al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, en la que le dice que el texto que presentó al congreso la Casa Blanca no es parte de la negociación.

Seade dijo a su homólogo estadounidense: “Es importante subrayar que esta iniciativa de Ley de implementación no forma parte del Tratado acordado entre los tres países. No es fruto de la negociación trilateral. Estamos frente a una legislación auxiliar del ámbito interno de los Estados Unidos. México desarrollará legislación secundaria de manera similar para armonizar lo dispuesto en el Tratado”.

El domingo Seade anunció que viajó a Estados Unidos para decirle a Lighthizer que lo incluido en el texto no era parte de lo negociado.

maria.saldana@eluniversal.com.mx

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses