El gobierno mexicano analiza y delibera si se inicia una segunda disputa comercial contra Estados Unidos, esta vez por la forma en la que el gobierno estadounidense interpreta los acuerdos comerciales del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en materia de autotransporte fronterizo de carga.

De iniciarse esta nueva controversia, será la segunda que inicie la autoridad mexicana contra el gobierno estadounidense por diferencias en la forma de asimilar lo pactado en el T-MEC, luego del primer desencuentro, el cual tuvo que ver con las reglas de origen para el sector automotriz.

La subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora Sánchez, dijo que la dependencia está “en el proceso de deliberación” para determinar si inicia consultas contra Estados Unidos, que es el paso anterior a un panel bajo el mecanismo de solución de controversias incluido en el tratado trilateral.

“Estamos haciendo la evaluación porque nos preocupa mucho la forma en que Estados Unidos está interpretando en sus reglas internas lo que se acordó y negoció en el T-MEC”, aseveró la funcionaria en entrevista con EL UNIVERSAL.

Lo que hace ruido

La problemática actual, de acuerdo con los transportistas de carga de México, es que Estados Unidos incluyó en su regulación interna nuevos conceptos que pueden llevar a impedirles el acceso a su territorio.

“Trabajamos con la Canacar [Cámara Nacional del Autotransporte de Carga] y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes [SCT], porque vimos que podríamos estar frente a un escenario donde Estados Unidos esté implementando el tratado en una forma diferente respecto a lo que se negoció”, precisó De la Mora.

Añadió que la Secretaría de Economía (SE), a cargo de Tatiana Clouthier, está analizando el caso actualmente y cuando se cuente con un resultado concreto, será necesario tener una conversación a nivel técnico con la representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.

“Necesitamos armar el sustento técnico, como lo tenemos sobre el sector automotor, para ver si realmente tenemos un caso con el que se pueda iniciar un proceso de consultas”, detalló.

De acuerdo con la Canacar, en el T-MEC se negoció que si hay un incremento considerable de la competencia mexicana en el servicio de autotransporte de carga, se considerará que hay “daño material” o “amenaza de daño material” contra los conductores estadounidenses. En ese último caso, se podrá restringir la entrada de operadores mexicanos de transporte terrestre transfronterizo de carga.

El gobierno estadounidense incluyó en su regulación interna el concepto de “submercados”, además de que determinó que si hay un aumento súbito de competencia en ellos, se puede frenar la entrada de transportistas mexicanos.

Para la Canacar, el problema está en que para considerar el daño los estadounidenses utilizan el concepto de “pérdida significativa del submercado relevante”, mismo que no se incluyó en la redacción del T-MEC.

El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, publicó disposiciones en el Federal Register, el 8 de abril del presente año, en las cuales se incluyó ese nuevo concepto que pueden afectar a los transportistas mexicanos.

La diferencia está en la interpretación que hizo el gobierno estadounidense del Capítulo 15 del T-MEC en lo referente al comercio transfronterizo de servicios, en el artículo 15.7 sobre “medidas disconformes”.

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